Gran Reserva, una estupenda primera temporada en TVE

Bambú Producciones ya había desarrollado para la cadena pública la gran apuesta que supuso Guante blanco, aunque por esas fechas TVE se portó fatal y su desenlace fue de todo menos satisfactorio. Mejor suerte tuvieron con Patricia Marcos, desaparecida. En esta misma temporada televisiva ha desarrollado para Antena3 uno de sus apuestas más fuertes: Hispania, la leyenda; la que tengo que admitir que me decepcionó profundamente tras ver su Piloto y de la cual solo aguanté un par de episodios, siendo muy difícil dejar de lado las situaciones tan ridículas en las que caían los romanos e hispanos protagonistas.

Queda la grandísima temporada de Gran reserva, a punto de volver a la parrilla la noche de los jueves. Con ese toque de culebrón encubierto que se ha hecho tan característico de TVE en los últimos tiempos, supo aunar de forma perfecta el drama más humano con historias de amor y traición alrededor de un mundo al mismo tiempo muy español pero desconocido para la mayoría del público: el del vino y el de las grandes bodegas. 

Click para continuar.

El Clan Cortázar

La historia de dos familias se entrelaza de las más diversas maneras en La Rioja actual: los Cortázar triunfan en un negocio muy competitivo de la mano del primogénito Miguel (Tristán Ulloa) siempre bajo la atenta mirada del patriarca de la familia, que quedó viudo hace unos años: don Vicente, al que interpreta un genial Emilio Gutiérrez  Caba (23-F). Su estilo de llevar el negocio contrasta con la de los Reverte, más arraigados a la tierra y al estilo de vida de los bodegueros de antaño. La muerte del padre hace que Doña Sofía (Ángela Molina) deba hacerse cargo del negocio, para el que contará con la vuelta a casa de su hija Lucía, interpretada por una guapísima Paula Echevarría.

Los Reverte

La serie destaca por encima de sus competidoras por varias razones: la primera es el gran nivel de su producción. Los interiores de las casas familiares, de las bodegas; así como los fabulosos exteriores rodados en La Rioja le dan un empaque a todo lo que se cuenta muy bueno; el plantel actoral raya a un gran nivel y a los primeros espadas ya mencionados hay que sumar a Frances Garrido, Aitor Luna o Ana Risueño como integrantes de los Cortázar; Ricard Sales como hijo de los Reverte o Luisa Martín en un papel secundario de policía.

Y es que el tercer pilar básico en el que se sostiene esta historia coral es un guión interesante de por sí pero apoyado en una idea genial: Miguel Cortázar sobrevive a un intento de asesinato en el Piloto que lo deja comatoso. Al despertar, no solo no recuerda nada de lo que ha ocurrido, sino que ha perdido todos los recuerdos de su vida anterior. Su personal investigación en su vida le llevará a redescubrirse bajo un prisma bien diferente: Miguel era un cabrón sin escrúpulos y en realidad son muy pocos los que no tengan alguna que otra razón para desearle algún mal. Esto propicia una serie de tramas de lo más interesantes, más allá del quién lo hizo, como la nueva vida de Miguel y su relación con su antigua familia –mujer e hija- así como con Lucía Reverte; su cambio de actitud y el efecto negativo que este tiene en el negocio de la familia y una serie de ramificaciones que van extendiéndose a casi prácticamente todos los personajes. Aparte quedan todos los entresijos del negocio del vino, que para un inexperto en el tema es tan interesante como el propio misterio central.

Eso sí, me sobra la trama de infidelidad y crimen del cuñado, por estar sujeta con pinzas, por su utilización arbitraria a la hora de ligarla con el resto de historias y por el retrato que hace Ana Risueño de su personaje, bastante estúpido.

Una serie notable que desde su estreno cautivó al público y que siguió otorgando a TVE el liderazgo absoluto en la noche de los jueves, que entre Cuéntame y Águila roja lleva ya un tiempo siendo intratable. El ficticio pueblo riojano de Lasiesta espera una nueva temporada en breve y nosotros estaremos aquí para verlo.