Por fin se estrenó la tan anunciada nueva serie de la cadena privada, que este año ha apostado bien fuerte por esta parte de su parrilla, con producciones propias como Hispania y El barco; con otras internacionales como Downton Abbey y, con esta que nos ocupa, coproduciendo con Telemundo, empresa sudamericana que se ha encargado de emitir la serie en México con gran éxito y en un formato típico de allí como es el de la telenovela.
Pese a la gran cantidad de publicidad y de información en la propia cadena y en su página web, todavía no me ha quedado clara la participación real de la española. La novela de Arturo Pérez-Reverte (El asedio, Un día de cólera, Ojos azules, El maestro de esgrima) donde se nos cuenta el periplo vital de Teresa Mendoza, de esposa de un narco de poca monta en su México natal a gran capo de la mafia de la droga en el sur de España, tuvo mucho éxito tanto en nuestro país como en México y al menos por sus primeros capítulos parece ser que ha sido Telemundo la que ha gozado de mayor decisión a la hora de plasmar sus aventuras en la pequeña pantalla.
Todo un acierto desde el primer momento, porque si se adapta bien la novela de Reverte es tremendamente entretenida y contiene elementos muy atrayentes a la hora de adaptarla: grandes dosis de acción y suspense, con historias de amor, continuos viajes entre varios países y ese mundo de la droga y sus detalles. Sin embargo, tras el estreno de Antena3 parece evidente que nos encontramos de nuevo ante otra oportunidad perdida para haber hecho algo grande.
El Piloto emitido en lunes, como tal y teniendo en cuenta lo que debe de ser un primer capítulo de presentación y que a la vez genere el interés necesario para continuar con su visionado la semana siguiente, es fallido. Los de Antena3 debieron de olérselo, porque programaron su continuación dos días después pese a enfrentarse a la misma hora al partido de Champions del Madrid. El problema se encuentra en que no está pensado como tal, con una unidad propia, sino que se trata de una edición para España del metraje emitido en Sudamérica.
En sí, este primer episodio se divide en dos: su primera parte en México cuando Teresa se ve obligada a huir. Quizás del metraje grabado en México se ha encargado Telemundo y del que se ha realizado en España Antena3, no está claro, pero la diferencia sí que existe. Había oído algunas críticas de que esta primera parte tenía algunos fallos de sonido y de realización y tengo que decir que según el capítulo que está alojado en la web de la cadena, a veces cuesta oír lo que dicen algunos personajes. Sobra decir que toda esta parte está grabada de forma diferente a como se graba en nuestro país, de modo que su estilo es el de cualquier telenovela de las que se emiten en la sobremesa: sonidos, diálogos, forma de grabar. Todo, en realidad.
Tras el corazón roto por la muerte del Güero Dávila, Teresa parte a Madrid y aunque la realización mejora aquí, se producen algunas situaciones de lo más graciosas, sobre todo para los que vivan en Madrid. Estos son una serie de fallos que ocurren más veces de lo que se piensa, pero aquí es más que evidente: la protagonista coge un taxi en Cibeles que la lleva a la Puerta de Alcalá, para volver a bajar a Cibeles y luego aparecen en el Palacio Real. Hay que enseñar monumentos, como en Melilla, que lo primero que hace es irse de turismo a la muralla. Supongo que todo esto queda a un lado tras la aparición de Mónica Estarreado haciendo de andaluza, con un acentazo espectacular mientras –ironías de los guionistas- se hace la sorprendida por el acento mexicano de la actriz Kate del Castillo.
Supongo que el plato fuerte era el enfrentamiento entre el gallego contrabandista en su lancha y el helicóptero de la policía, pero una vez que empieza, de repente se acaba y ya está: no ocurre nada y no nos enteramos de nada. Para hacer eso ahórrate la escena, que al final queda peor.
El caso es que despierta cierto interés después de todo, la protagonista se hace de querer, si se ha leído la novela, por lo que queda lo mejor todavía por contar. Yo confiaba en que todos los tejemanejes de la droga se mostraran de una forma más clara, aquello que más me gustó de la novela. Pero no creo que me quede para descubrirlo. No me ha gustado como lo están llevando, me ha parecido algo cutre, por lo que no la seguiré: optaré por cualquier otra cosa.
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