jueves, 28 de julio de 2011

La víctima perfecta, de Antti Jokinen


Thriller con cierto regusto a clásico que se queda un poco a medias de lo que debería haber sido, ya que en mi opinión revela demasiado pronto qué es lo que en realidad está ocurriendo en un enorme piso en pleno Nueva York al que llega Juliet, una cirujana que tras una ruptura amorosa decide cambiar de aires. El inmueble es toda una ganga, sobre todo porque su casero es Max, un interesante hombre soltero que cuida de todo el edificio y de su padre enfermo.

A priori uno de sus reclamos principales, la actriz Hilary Swank (Betty Anne Waters) pasa bastante desapercibida en un papel algo confuso, al que roba bastante protagonismo un Jeffrey Dean Morgan (Supernatural, Jonah Hex, Los perdedores, Watchmen) en uno de esas caracterizaciones tan hitchconiana.

Quizás lo que más llame la atención de toda esta producción es el papel secundario del grandísimo Christopher Lee y lo que ello supone, un cierto homenaje a toda su carrera ya que esta The Resident –título original algo diferente al elegido en español- es una de las nuevas producciones de la renovada Hammer británica.

En el fondo se trata de una película de terror muy floja, que desaprovecha a sus actores y que en Estados Unidos no sólo recibió malas críticas, sino que ni siquiera se llegó a estrenar en cines. Es bastante previsible en todo su metraje y apenas contiene ninguna sorpresa o susto que haya que mencionar. En realidad, apenas tiene nada recomendable. 

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