El dibujante californiano se autoeditó él mismo sus propias historias –la mayoría cortas de extensión- en la serie llamada Optic Nerve. Esta aventura, que comenzó en 1991 se vio relanzada a partir de que en 1995 la editorial Drawn & Quarterly comenzará su publicación. Hasta ahora han salido cuatro volúmenes recopilando estas historias que abarcan más de doce años de carrera de su autor.
En España la editorial La Cúpula se encargó de publicar dos tomos que contenían diverso material. En Sonámbulo y otras historias se recopilaban una gran cantidad de historias cortas que vieron la luz originalmente en los números #1 al #4 de Optic Nerve.
En el volumen que nos ocupa nos encontramos con los números #5 al #8 de la edición original, donde se produjo un cambio en el formato de las historias, pasando éstas a ocupar todas las páginas. Nos encontramos por lo tanto ante cuatro historias diferentes recopiladas en el tomo.
El estilo de Tomine no ha cambiado gran cosa desde la anterior entrega. Uso de blanco y negro, jugando con los grises en todo momento y una temática realista, aunque con cierta preferencia por protagonistas algo aislados o alienados de la sociedad que los rodea. La originalidad de sus guiones tiene la constante común de que nos sitúa en un momento concreto en la vida de una persona concreta y la mayoría de las veces no sabemos nada más de ellos. Como si se tratara de un encuentro fortuito con un desconocido y al poco tiempo ya no supiéramos nada más de él. Al mismo tiempo Tomine sigue aprovechando vivencias personales para dar veracidad a lo que cuenta, de modo que nos encontramos con profesiones como la de escritor o personajes asiático americanos, como el mismo autor.
En Alter Ego, un escritor bloqueado tras la publicación de su primera novela recibe una postal felicitándole por su libro. El protagonista, Martín, inmerso en una vida rutinaria con su novia y su único amigo, cree que se trata de un joven amor de su juventud que nunca le hizo caso y a la que hace mucho que no veía. Desde tan singular hecho, se instala una inquietud en su ser que le fuerza a localizar a la chica a toda costa y ver qué puede ocurrir.
En Rubia de verano, la vida de Neil cambia cuando llega un nuevo vecino, una especie de joven rockero al que persiguen las mujeres. Neil es algo solitario, su trabajo consiste en la maquetación de los anuncios clasificados en un periódico y casi todos los días entra en una tienda de tarjetas de felicitación con el único propósito de ver a la rubia dependienta. La unión de estos tres personajes traerá algo más de emoción a la monótona ida de Neil, quizá demasiada.
Escapada a Hawai es la historia de Hillary Chan, otra alma que no encuentra su lugar en el mundo, algo acomplejada por su físico y que tiene que aguantar el desprecio de su madre y a su compañero de piso. Un día comienza a gastar bromas por teléfono –trabaja de teleoperadora- hasta que una de sus víctimas acaba teniendo una reacción diferente.
Finalmente, en Amenaza de bomba, se cuentan una serie de historias cruzadas sobre unos chavales en un típico instituto norteamericano. Sus relaciones sexuales, los excesos con el alcohol y como se crean grupos entre ellos, los más populares a un lado y los parias al otro.
El trazo sencillo de Tomine nos permite acercarnos a sus personajes e identificarnos rápidamente con ellos. Hay mucha tristeza en estas historias, mucho desamor y lucha interna por encajar en un mundo difícil, donde la más pequeña diferencia puede situarte fuera de lo normalmente establecido. Sus historias son sencillas pero absorbentes y en este volumen tenemos un claro ejemplo de su maestría narrativa. Muy recomendable.



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