En 2008 se estrenaba esta serie con tan solo seis episodios que ya está a punto de dar salida a su cuarta temporada. En un principio, su premisa es más de chiste que de otra cosa: un vampiro, un hombre lobo y un fantasma comparten piso en Bristol. Tanto Mitchell –el vampiro- y Annie –la fantasma- murieron cuando eran jóvenes y George se encuentra en la veintena. Son por lo tanto jóvenes que tienen que lidiar con su condición sobrenatural y las dificultades que ésta les trae si quieren pasar desapercibidos y llevar una vida con visos de normalidad.
La mezcla de comedia y drama juvenil se ve salpicada por contados momentos más propios de una serie de terror, pero es bastante ligera en ese aspecto. Los necesarios efectos especiales están bien resueltos, echando mano de trucos que muestran mucho pero enseñan poco. Las bestiales transformaciones de George en hombre lobo son lo más destacable, además de ser el actor con un papel más jugoso y cuyo acento a la hora de entonar sus frases le da un punto de lo más gracioso. Annie se me hace más cargante y Mitchell va de sobrado, algo desaprovechado con todo el potencial que tienen los chupasangre en pantalla.
Es una serie entretenida, orientada a un público joven con algunas tramas bien llevadas, aunque le cuesta un poco arrancar en mi opinión. No me ha cautivado como para lanzarme inmediatamente a por su segunda temporada, pero si en algún momento me apetece algo ligero –o practicar mi acento british- seguro que será la elegida.
La mezcla de comedia y drama juvenil se ve salpicada por contados momentos más propios de una serie de terror, pero es bastante ligera en ese aspecto. Los necesarios efectos especiales están bien resueltos, echando mano de trucos que muestran mucho pero enseñan poco. Las bestiales transformaciones de George en hombre lobo son lo más destacable, además de ser el actor con un papel más jugoso y cuyo acento a la hora de entonar sus frases le da un punto de lo más gracioso. Annie se me hace más cargante y Mitchell va de sobrado, algo desaprovechado con todo el potencial que tienen los chupasangre en pantalla.
Es una serie entretenida, orientada a un público joven con algunas tramas bien llevadas, aunque le cuesta un poco arrancar en mi opinión. No me ha cautivado como para lanzarme inmediatamente a por su segunda temporada, pero si en algún momento me apetece algo ligero –o practicar mi acento british- seguro que será la elegida.


No hay comentarios:
Publicar un comentario