Tan solo dos años después del estreno del primer volumen de la serie, Juego de tronos, salía a la venta en el año 1998 la segunda parte de una saga que hoy en día acaba de ver publicado su quinto capítulo y al que todavía quedan dos por concluir. La fiebre por la saga Canción de hielo y fuego ha sufrido un empuje enorme debido a la adaptación a la pequeña pantalla que viene realizando la HBO, cuyas primeras imágenes y noticias sobre la adaptación del libro que nos ocupa ya han empezado.
Choque de reyes continúo el éxito de su predecesora y fue galardonado con los premios Locus a la Mejor Novela de Fantasía en el año 1999 y el Ignotus en el año 2004 a la Mejor Novela Extranjera –en España las traducciones se hacen de desear y no apareció hasta el año 2003-. Como curiosidad llegó a alcanzar el cuarto puesto de lo más vendidos del New York Times, algo bastante loable para una novela perteneciente al género de la fantasía épica.
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| Casterly Rock |
El autor continúa directamente el argumento de la anterior novela siendo fiel a su estilo veraz, detallista hasta la extenuación y rico en personajes complejos, situaciones lo más variadas posibles y un buen montón de giros de guión que harán las delicias de aquellos lectores que logren sumergirse en una historia con gran cantidad de protagonistas y que se narra en el tiempo en diferentes localizaciones, tejiendo un inmenso tapiz del que esta novela no es más que un mero capítulo intermedio. Eso no impide a Martin captar la atención de sus seguidores, con muertes sorprendentes –incluso de personajes que creíamos importantes para el devenir de la trama- y nuevas incorporaciones tan buenas como las anteriores.
A priori el argumento es sencillo: la guerra civil ha estallado en el continente de Westeros y son hasta cinco nuevos reyes los que aspiran a dominar el Trono de Hierro de los Siete Reinos. En medio de todo eso todo son traiciones, cambios de bando, intrigas palaciegas, sutiles estrategias, mucha sangre, crueldad y muerte. Martin no ahorra nada y se muestra a veces cruel con sus creaciones en un intento por darle un toque lo más veraz posible. Si no fuese por las cortas pinceladas cada vez más numerosas de la existencia de la magia, nos encontraríamos ante una historia medieval como otra cualquiera, basada en las guerras europeas de la Edad Media.
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| The Pike |
Martin también repite el recurso de situar cada capítulo desde el punto de vista de un personaje concreto, de modo que así el lector es capaz de seguir las andanzas de los diferentes ejércitos a lo largo y ancho del continente. Me gusta mucho la forma de narrar basada en los diálogos con sus semejantes o en los monólogos interiores, ahorrándose la mayoría de escenas más movidas, ya que la mayoría de muertes o resultados de batallas nos enteramos cuando tal o cual personaje se entera a su vez, ya sea de viva voz por un emisario o a través de las noticias que portan los cuervos. Eso no quiere decir que el autor se ahorre el esfuerzo de narrar una gran batalla: en las páginas finales de la novela tiene lugar una extensa y cruenta lucha en la que despliega toda su intriga, emoción y buen hacer literario. Los personajes elegidos por Martin son nueve: repiten del anterior libro Lady Catelyn Stark y sus hijas Sansa y Arya; así como el hijo bastardo de su marido Jon Snow; y su propio hijo pequeño Bran; Tyrion Lannister como uno de los más interesantes del enorme plantel y Daenerys Targaryen, todavía en el exilio; se añaden dos nuevos puntos de vista: el de Theon Greyjoy, uno de los pupilos de los Stark y el de Davos Seaworth, un antiguo contrabandista que ha conquistado la confianza de Stannis Baratheon y que le apoyará en sus pretensiones al trono.
A esto hay que añadirle el punto de vista de otro personaje en el Prólogo, que al igual que en el anterior capítulo de esta saga en siete partes morirá más pronto que tarde.
En dicho Prólogo ya podemos atisbar la diferencia más importante con su predecesora literaria: un cometa rojo acaba de aparecer en el cielo. Son muchas las interpretaciones que se le dan y aunque no hay ninguna clara, para el lector avezado no será difícil relacionarlo con el último capítulo de Juego de tronos, cuando la princesa Daenerys hizo eclosionar tres huevos de dragón. Con la vuelta de tan fantásticas criaturas, la magia parece brotar en el reino y son muchas las muestras que de ello tenemos. Gracias a Catelyn Stark, recientemente viuda, podemos acercarnos sutilmente a los planes de su hijo Robb, recién coronado Rey del Norte y en clara desventaja ante su enemigo: los Lannister. Tyrion será su máximo representante en esta historia, ya que su nuevo puesto de Mano del Rey le obligará a no solo defender la capital del reino, sino a controlar los desmanes del joven rey y de su madre, la Reina consorte y hermana mayor del propio Tyrion. Sus páginas son las que más se mueven entre diversos planes, jugadas maestras, traiciones y engaños siendo en definitiva un ejemplo claro de la vida en la corte, del que tendremos otro atisbo gracias a Sansa, prisionera entre los muros de King’s Landing y destinada a casarse con el Rey Joffrey, al que desprecia por haber sido el máximo responsable en el asesinato de su padre.
Arya vive sus aventuras alejada del resto, disfrazada como un niño pobre y arrastrada a una zona de luchas entre ambos ejércitos, otro punto de vista diferente. Junto con ella viaja uno de los bastardos del antiguo rey, algo que todavía tiene que dar mucho juego; así como un extraño y misterioso personaje con el que se encuentra y con el que establece una extraña relación.
Bran quedó paralítico y es ahora el señor de Winterfell en ausencia de su hermano mayor. Poco a poco irán despertando en él una serie de poderes relacionados con la magia que le permitirán tener sueños premonitorios. Y quizás algo todavía más allá.
Los nuevos protagonistas aportan dos tramas bien diferentes: por un lado Theon ha traicionado todo lo que conocía y se ha unido a su padre en sus ansias de conquista: un jugador más en este inmenso tablero cuyas piezas comienzan a moverse en las más inverosímiles direcciones –y a ser eliminadas del tablero con suma facilidad, a veces sustituidas por otras-. Davos nos sitúa en uno de los ejércitos más poderosos, siendo Stannis el verdadero heredero del Trono. Junto con él viaja una sacerdotisa de rojo perteneciente a un culto antiguo, capaz de las más horribles proezas. Su hermanos Renly, también autoproclamado Rey, será la primera piedra en su camino a la capital.
Quedan dos protagonistas en tierras distantes: Daenerys busca consolidar su poder en otro continente al este y buscar las alianzas que le permitan regresar al reino de su padre como conquistadora. No solo le acompañas sus tres dragones como si de sus hijos se trataran, sino varios fieles sirvientes y Jorah Mormont, un caballero que ha jurado protegerla a toda costa; dejo para el final a Jon Snow y la Guardia de la Noche, uno de mis conceptos favoritos ideados por Martin. En el lejano Norte no han parado de ocurrir extraños sucesos donde la magia tiene una fuerte presencia. Para intentar atajar el problema de raíz, la mayor parte de la Guardia decide partir en busca de los salvajes que habitan más allá del muro y hacerles frente antes de que puedan organizarse. Jon y su fiel lobo Ghost serán una parte importante de la avanzadilla, ya que ocupa el lugar de escudero y sirviente del Comandante en Jefe de la Guardia.
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| The Red Keep |
Muchos frentes abiertos tiene Martin para las futuras secuelas, algo que puede ponérselo difícil a un tipo de lector que no guste de las tramas complicadas y enrevesadas, repletas de personajes a lo largo de más de mil páginas de letra menuda y compacta. Su condición de capítulo en medio de un algo mucho más grande también es un hándicap, así como que la saga todavía esté inconclusa –si esto se acaba así a más de uno de le da algo-. Para ello son de gran ayuda los Apéndices situados al final del volumen, que facilitan de un rápido vistazo quién es quién en esa maraña de Casas y Dinastías. También se antojan como imprescindibles los mapas, para así situar en el espacio a los personajes y visualizar de manera más fácil sus movimientos.
Parece que todo son pegas tras este este libro, pero no es así. Pese a todo su complejidad y realismo, aderezado con esa fantasía tan contenida, le dan un toque muy original que le separa de los best-seller históricos que abarrotan las estanterías de las librerías; así como de los clásicos de espada, magia y brujería como El señor de los anillos y todos los imitadores que ha tenido después, algo más optimistas y clásicos en su desarrollo.
Y sobre todo la capacidad de Martin para sorprender al lector. Ningún personaje es imprescindible para su historia y recomiendo fervientemente no encariñarse con ninguno de los protagonistas, porque nunca sabes qué va a ser de ellos. Las páginas de Martin provocan emociones en sus lectores y los mantiene en vilo la mayoría del tiempo –a veces me canso un poco de algunas tramas porque se intuye que todavía no ha llegado su momento de verdad, pero me pasa las menos de las veces-. Los giros constantes de la historia son sorprendentes y tras finalizar este volumen no son pocas las ganas que quedan por saber el destino que aguarda a los Reyes y sus súbditos. Y sobre todo el autor consigue que la percepción de caos, guerra civil y peligro sea clara para el aficionado, que se ve llevado en hombros de un lugar a otro a cada cual más cruento.
La siguiente parte de la saga es Tormenta de espadas.






He leído cantidad de comentarios sobre la saga, y soy un ferviente admirador de Martin, pero creo que has clavado la reseña. Ha sido de las que más me han gustado de cuantas he leído, y te aseguro que he leído muchos. Además, concuerdo contigo en muchas cosas.
ResponderEliminarPues muchas gracias por tu comentario. Todavía no he empezado el tercer tomo, pero lo haré en breve.
ResponderEliminarYa me dirás qué te parece cuando lo reseñe.