El autor, que es catedrático de Filosofía, se hizo en el año 2003 con el Premio Espasa de Ensayo por su obra Lo que Sócrates diría a Woody Allen. Valiéndose de una gran cantidad de películas conocidas ponía al alcance del lector conocimientos filosóficos de una manera amena y divertida.
En su momento me agencié dicho libro por mi pasión por el cine y por la mirada original que sobre éste vertía el autor, desde un punto de vista filosófico. Lo disfruté mucho y de paso me sirvió para profundizar un poco en determinados conocimientos que todos deberíamos tener y en cuestiones que viene bien plantearse de vez en cuando. Es lo que tiene ser de ciencias, que la filosofía no la vuelves a tocas desde que dejas el instituto si no es por iniciativa propia.
El caso es que hace poco descubrí que Rivera había publicado otro libro en la línea del anterior, aprovechando de nuevo el nombre de uno de los cineastas más conocidos en la actualidad –en este mismo blog ya hablé de su última película: Midnight in Paris-. Esta vez se centra en la política y en los medios de organización del ser humano –aprovecho para decir que no hay que fiarse mucho de mis impresiones en este post, ya que la filosofía es un tema en el que carezco de los conocimientos necesarios para explicar nada-.
El caso es que el libro se hace entretenido y los ejemplos, a través de muy diferentes películas como Antz, El Dorado, Granujas de medio pelo, La leyenda de la ciudad sin nombre, Rapa Nui, El señor de las moscas o El vuelo del Fénix -entre algunas otras-, quedan bastante explicados. También echa mano el autor de citas de otros filósofos de sobra conocidos y de problemas famosos, como el dilema del prisionero, o recurre a hechos históricos para ilustrar sus ideas.
Rivera empieza fuerte con un primer capítulo donde desmonta la idea de estado ideal platónica que aparecía en La República. Se vale de una idea muy original en la que el genial director, en un futuro próximo, es capaz de enviar una misiva personal a Platón (El banquete). Y de ahí a analizar de diferentes maneras el orden social; el papel del dinero en la sociedad; define los subproductos colectivos, aquéllos que nacen de forma espontánea de la interacción de una gran cantidad de individuos; y los diferencia de los productos colectivos, donde hay detrás una mente organizadora.
El efecto que un organizador o Estado tiene en la sociedad –y los bienes y males que puede acarrear-; la evolución de la lengua; diferentes modos de organización en sociedad y la división del trabajo; el papel de la economía y su evolución; el papel de las leyes y su defensa.
Varias ideas –no están todas- recopiladas en un libro que, de forma amena, permite al lector hacerse con un nuevo punto de vista sobre películas ya bastante vistas; y al tiempo profundizar un poco más en determinados presupuestos filosóficos, que dejan algo de poso en la mente. No está nada mal por un rato de lectura.


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