viernes, 19 de agosto de 2011

El Proyecto Marvels, de Ed Brubaker & Steve Epting


Se disfruta mucho de los guiones de Brubaker (Batman: El hombre que ríe) cuando pueden leerse de seguido. Su tendencia a alargar las tramas y a contar las cosas con cierta pausa hace que a veces una entrega mensual de grapa sepa a poco.

Por si eso no fuera poco, Steve Epting es ya todo un veterano en el cómic de superhéroes. Sus últimas páginas las ha dibujado para Brubaker en una gran etapa en la colección del Capitán América, precisamente uno de los coprotagonistas de la miniserie de la que estamos hablando, que va mucho más allá de un mero origen de Steve Rogers. Su sintonía con Brubaker no es sólo manifiesta, sino que su estilo detallista y clásico casa a la perfección con un tipo de historias donde priman los espías, los callejones oscuros de los años cuarenta y los claroscuros. Algo estático a la hora de plasmar las necesarias escenas superheroicas, suple esta deficiencia con grandes ilustraciones de vez en cuando que capta a la perfección la emoción del momento. El color de Dave Stewart añade un plus en la ambientación de la página y, por lo tanto, en la historia que se cuenta.

El Proyecto Marvels es una miniserie de ocho entregas que se publicó entre octubre del año 2009 y julio de 2010. En aquel momento la editorial Marvel Comics andaba de aniversario. Antes incluso de llamarse así, cuando era Timely Comics, ya publicaba historias protagonizadas por héroes enmascarados. Luego vendría la siguiente revolución, de la mano principalmente de Stan Lee y Jack Kirby en los años 60. El genial guionista no tardaría en recuperar a varios de esos personajes, siendo los más conocidos Namor, el hombre submarino; el Capitán América y la Antorcha Humana original, un androide en su origen.

Con la relación evidente que tenía la historia con el Capitán América, los elegidos para llevar a cabo un proyecto de revitalización, de retrocontinuidad y de homenaje a esos personajes pasados desde una perspectiva moderna fueron Brubaker y Epting, responsables del éxito que vivía en ese momento el Centinela de la Libertad.

Una historia donde van apareciendo muchos de los personajes fundacionales del Universo Marvel de la época, rodeados de héroes nuevos y viejos como los Invasores o John Steel; secundarios de lujo como Ángel –que aporta el punto de vista de la narración- o Nick Furia en un complot para destruir a los americanos e impedir su segura participación en la guerra de Europa. La vuelta de tuerca aportada por Dos Pistolas Kid es genial y hay varios homenajes así escondidos entre las preciosas planchas de Epting.

Una gran obra cargada de emoción, amor y respeto a unos orígenes de un Universo al que acaba de dársele forma, renovándolo y aportando nuevos puntos de vista e ideas frescas. No entiendo como en Marvel no se han planteado una segunda parte con el mismo equipo creativo contándonos las aventuras de los Invasores en Europa con más lujo de detalles. 

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