martes, 23 de agosto de 2011

La herencia Valdemar II: la sombra prohibida, de José Luís Alemán


Ya se puede ver en su totalidad este curioso proyecto, inaudito en la cinematografía española, que comenzó con una primera película titulada La herencia Valdemar y de la que ya hablé largo y tendido aquí mismo.

Sin querer repetirme, la sensación de que en realidad se trata de una sola película que no han sabido vendernos en dos partes es ahora más certera que nunca. La gran mayoría de la acción de esta atípica secuela se desarrolla en el siglo XX continuando la trama con que si inició su predecesora alrededor de la mansión Valdemar. Lo que ocurre es que la a priori trama detectivesca no se sustenta por ningún sitio y hace aguas por todos lados. Resulta difícil de creer como acaban reuniéndose los diferentes personajes y las intenciones de ese culto a los Antiguos.

Aun así los puntos flojos y fuertes ya se vislumbraron en la anterior entrega. El plantel actoral deja mucho que desear, con mucho rescatado de series de televisión y cuando llega el momento Óscar Jaenada, por ejemplo, que es una de los rostros más conocidos, no logra levantar el nivel, tampoco es que su papel se lo permita. Si queremos alabar algo de esta cinta tendrá que ser su ambición –a todas luces demasiada para un debutante-, así como su diseño de producción y efectos especiales, con esa sobrada final donde aparece uno de los monstruos más famosos sacados de la imaginación de Lovecraft. Y es que toda esta aventura no ha sido más que un homenaje claro a la figura del autor –que hace acto de presencia en esta parte-, llena de cariño y ganas pero carente de cierta pericia para captar lo necesario para dotar de encanto a esta producción de serie B –en la primera parte todo esto se notaba más, había más gancho-.

Me gustó más la anterior, sobre todo por lo que prometía y de esta solo salvo los momentos del monstruo en pantalla, como curiosidad técnica. En su totalidad me parece más un claro intento algo frustrado, un quiero y no puedo que se ha quedado a las puertas de otras películas de miedo y suspense con un fondo de ficción. 

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