miércoles, 19 de febrero de 2025

Capitán América: Brave New World, de Julius Onah

 

Jarro de agua fría para los aficionados al MCU que esperaban que el tiempo que su máximo responsable, Kevin Feige, anunció que se tomaban para mejorar sus producciones no haya cristalizado en una película más interesante que, si bien es cierto que no hay nada que se pueda decir que esté realmente mal –resulta entretenida-, la sensación final es que se trata de un trámite más realizado con una pereza absoluta. 

Nada que decir de la implicación de Anthony Mackie; ni de Harrison Ford, que cumple con su papel con un protagonismo mucho mayor de lo que me esperaba, lo que demuestra que ha sido todo un acierto por parte de Marvel la apuesta por una estrella de su calibre que dé empaque a la producción. Pero más allá de eso hay muy poco que resaltar de Brave New World, que ni siquiera es capaz de aportar algo a la trilogía previa protagonizada por Steve Rogers. 

Hay incluso decisiones de lo más discutibles por parte de Disney, que destrozó desde el primer minuto de la promoción el desenlace de la película, prácticamente la única escena con un poco de emoción de toda la historia –todo lo demás suena muy visto y por mucho que me duela, ni siquiera mejora a lo que vimos en Falcon y el Soldado de Invierno, ni a nivel visual ni de guion-. 

Harrison Ford y Anthony Mackie

La historia no es especialmente complicada, pero al cargarse la gran sorpresa en la publicidad va lastrada desde el principio. Los guionistas –y hay muchos acreditados- son incapaces de generar un mínimo de interés y solo se centran en situar la película dentro de la historia del MCU, lo que en el fondo no le interesa a la mayoría: un cameo sorprendentemente anodino de Bucky Barnes; una escena post créditos que ya sabemos hacia donde apunta; un nuevo concepto como el adamantium, un paso más hacia la introducción de los mutantes en el MCU; un personaje secundario sacado de la mencionada serie de televisión y un coprotagonista y un villano sacados de una película que tiene diecisiete años –y la trama política principal que continúa una de las películas que menos gente ha visto de toda la historia de la saga, The Eternals-. Si hasta las tan habituales escenas de humor blando se notan forzadas. 

Si a eso sumamos que su director no está especialmente inspirado, sin ninguna experiencia previa en el género, son demasiadas cosas en contra para que Brave New World acabe triunfando. Y es una pena, porque creo que donde se quedó Falcon y el Soldado de Invierno era un buen punto de partida para seguir desarrollando el papel de un Capitán América negro en los Estados Unidos modernos, además de todas las tramas relacionadas con la ficción del MCU que se podían haber continuado. 

Esperemos que los siguientes estrenos para este año recuperen algo de fuerza. Al menos el protagonizado por la Primera Familia, porque la carga de humor de Thunderbolts parece, al menos por los tráileres vistos hasta ahora, más en la línea del chascarrillo continuo y de la acción desenfrenada que de otra cosa.

Sam Wilson, el nuevo Capitán América

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