lunes, 18 de octubre de 2021

Cowboy Bebop

A principio de 1998 se estrenaba el primer episodio de esta serie de animación japonesa de una única temporada que, ambientada en el año 2071, cuando la humanidad ha dominado el viaje espacial y ha colonizado el sistema solar, nos contaba la historia de Jet Black y la Bebop, la nave que comparte con su compañero cazarrecompensas Spike Spiegel y con la que se ganan la vida viajando de mundo en mundo tras nuevas presas en busca y captura, vivas o muertas. 

Spike es la punta de lanza de este equipo, el hombre de acción, mientras que Jet es el dueño de la nave y con un talante más reflexivo, si bien es verdad que está tan acostumbrado a la violencia como su socio. A lo largo de veintiséis episodios nos irán mostrando los diferentes planetas y sociedades del futuro, deudoras muchas de ellas de nuestro presente, mientras la tripulación de la Bebop va aumentando considerablemente de las maneras más insospechadas. Es así como iremos conociendo a Faye Valentine, una mujer de armas tomar y de la que no conviene fiarse demasiado; Ein, un perro de raza corgi con ciertas habilidades ocultas de las que nadie parece darse cuenta y Ed, una niña de origen terrestre a medio camino entre la genio informático y la locura más absoluta. 

Principales personajes del anime Cowboy Bebop

La ambientación por lo tanto se diferencia claramente entre el interior de la Bebop, el escenario más habitual en el que se mueven los personajes, ya que no solo es un medio de transporte, también es su vivienda y los planetas a los que llegan. 

Son varias las características que han convertido a Cowboy Bebop en uno de los animes más interesantes de finales de los noventa. Si bien la animación es la tradicional de la época, el ritmo de cada episodio, que rondará los veinte o veinticinco minutos de duración cada uno, es tremendo, apostando por el procedimental en detrimento de historias río más elaboradas. 

La Bebop en pleno amerizaje

Existen unas pocas subtramas que van apareciendo cada pocos episodios y que están relacionadas con el pasado oculto de los protagonistas, siendo Spike el más beneficiado en este apartado. Es en estos momentos donde la serie se pone más trascendental y melancólica, pero en la mayoría de sus episodios lo que prima es la acción, la aventura y por encima de todo lo demás, el sentido del humor. 

Cowboy Bebop es una serie muy divertida donde la mezcla de géneros le salió muy bien a Shinichiro Watanabe, su creador y principal director. En ella podemos encontrar ecos del cine clásico de Hollywood de la década de los cuarenta, aportando un toque noir a las historias y buena parte de las señas del western -los cazarrecompensas, por ejemplo, son llamados cowboys en ese futuro no tan lejano-. Cuando la serie se vuelve trascendente se tocan temas como la propia identidad, la soledad o las relaciones más personales entre los principales personajes, que van conformando una disfuncional familia a medida que van emitiéndose los capítulos. Todo esto envuelto en un ambiente inequívoco de space-opera donde tienen cabida los tiroteos, las persecuciones a bordo de naves espaciales o las artes marciales. 

Los interiores de la Bebop

Watanabe dirigió esta serie para el estudio Sunrise, que en ese momento contó con la ayuda de Bandai. Aunque en un principio no fue un gran éxito, a raíz de su comercialización en el mercado occidental la serie ganó una nueva notoriedad, comenzando su particular camino hacia la fama. En 2001 Watanabe volvió a estos personajes para estrenar una película cuya trama se insertó entre los capítulos finales ya que el desenlace de la serie, que si bien es cierto que dejaba algún cabo suelto pendiente, en general daba un final bastante satisfactorio a las principales tramas. 

Como en Estados Unidos Cowboy Bebop funcionó muy bien –algo esperado, ya que buena parte de las influencias de Watanabe provenían de la cultura norteamericana-, su creador pudo realizar un par de cortos para la antología Animatrix que vieron la luz junto al estreno de la segunda y tercera parte de la saga, en 2003. Tan solo un año después estrenó otra serie en Japón donde volvió a dar muestras de su inventiva a la hora de fusionar diversos géneros en torno a una trama principal: la genial Samurai Champloo

La ambientación de los planetas en Cowboy Bebop es muy variada

No sabría decir cuál de las dos es mejor, si Samurai Champloo o Cowboy Bebop. Las dos me parecen series estupendas, diferentes y originales, repletas de acción y aventura y muy divertidas, gracias a su sentido del ritmo y a su animación. Repletas de personajes carismáticos y con una fusión de géneros muy difícil de conseguir. Y uno no puede olvidarse de la música, por supuesto. 

La banda sonora de ambas producciones destaca como uno de sus elementos más característicos. Centrándome en Cowboy Bebop, los títulos de cada episodio hacen constante referencia a estilos musicales diferentes cuando no a canciones muy concretas. Por ejemplo, la película de 2001 se llamó Knockin’s on Heaven’s Door. Asteroid Blues, Sympathy for the Devil, Jupiter Jazz o My Funny Valentine son algunos ejemplos que podemos encontrarnos en los títulos de los episodios. 

La llegada de Ed revoluciona, todavía más, a la tripulación de la Bebop

A cargo de la compositora Yoko Kanno, y más allá de uno de los mejores Opening que le recuerdo a una serie, interpretado por The Seatbelts, su banda de blues y jazz, se trata de un conjunto tremendamente variado de estilos en el que tienen cabida el jazz, el blues, la música pop, piezas muy conocidas de música clásica e incluso temas más movidos de rock. De hecho, es habitual que en cada uno de los episodios haya una secuencia, normalmente de acción, como puede ser una persecución o un enfrentamiento armado, en el que los diálogos brillan por su ausencia, entregando todo el protagonismo a la partitura musical, convirtiendo a esta última en una parte esencial de la narrativa de la serie. La aportación de Kanno es esencial y va mucho más allá de la música, llegando a formar equipo con el director a la hora de dar salida a secuencias enteras a partir de piezas musicales –prueba de esto es que, en la futura serie de animación real, Kanno está trabajando directamente en ella a diferencia de Watanabe, cuyo rol parece limitarse al de consultor-. 

Aunque Cowboy Bebop ha dado pie a varios videojuegos o a la habitual publicación de un manga, que si bien tengo entendido es más una serie de historias nuevas que una adaptación propiamente dicha de la serie, no ha tenido el éxito de otras series contemporáneas como por ejemplo Neon Genesis Evangelion, que en su momento también contó con una única temporada emitida. Quizás eso cambie con la adaptación a imagen real que podrá verse en Netflix a finales de este año 2021, quién sabe, porque la realidad es que Cowboy Bebop merece todos los halagos posibles.


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