sábado, 17 de mayo de 2008

El prisionero de Azkaban

A la tercera vino el salto de calidad para Rowling. El mejor libro de la saga hasta ahora -he leido los 5 primeros- vino acompañado de la mejor película. Y todo gracias a un peligrosísimo asesino fugado que, como muchos de los personajes de la escritora inglesa, siempre es mucho más de lo que parece.



La reseña a un click

Tercer año en Hogwarts
Tras un final de verano algo movido y tras hechizar a la hermana de su tío –igual de desagradable que su familia adoptiva- Harry decide largarse del hogar mientras espera a volver al colegio de magia. Pero algo empieza a mosquearle cuando todo el mundo parece sentirse aliviado al encontrarlo sano y salvo, ya que un peligroso asesino ha escapado de la prisión de máxima seguridad de Azkaban para magos, algo que nadie había logrado antes.
Debido a la situación de máximo peligro, los guardianes de Azcaban, unas peligrosísimas y voraces criaturas, los Dementors, tienen total libertad para patrullar por el mundo mágico, produciéndole a Harry unos desmayos cada vez que los enfrenta.


La mejor historia
Si por algo destaca esta tercera entrega es que, aparte de seguir añadiendo detalles a la mitología del joven mago introduciendo datos de su pasado a través de la relación que une al prisionero fugado con sus padres y la muerte de éstos, la novela contiene una historia que prácticamente podría entenderse por sí sola de la enorme calidad y originalidad que atesora en sus páginas, con un final que empieza a dar giros y no para hasta la última página.
Aparte de lo ya añadido, Harry profundizará más en la magia de la mano de su nuevo profesor de Defensa contra las Artes Oscuras, que le enseñará entre otras cosas a rechazar a los Dementores y que también le ayudará a comprender un poco mejor su situación y a sus difuntos padres, de los que era gran amigo. Empezamos a vislumbrar al adolescente en que se está convirtiendo Harry, con sus cambios de humor y de carácter propios de la edad, su pasión por ganar al Quidditch –de nuevo ocupa una gran parte del libro todo el torneo de escobas voladoras- así como un extraordinario talento para realizar hechizos demasiados difíciles para su edad, como el Patronus.

Añadir también que asistimos a un oscurecimento en las saga de Harry, con una novela más siniestra, más real, que añade nuevos matices a la saga y a sus personajes.

La mejor película
Hacía falta un cambio de aires a la franquicia, ya que las dos entregas anteriores, aunque correctas, no aportaban tampoco demasiado al espectador. Eso cambió radicalmente con la contratación del director mejicano Alfonso Cuarón, capaz de dotar a la película de un estilo propio, a la par que espectacular, realizando la mejor adaptación hasta la fecha, si bien no la más fiel al libro.
Porque si por algo destaca el director es por saber la diferencia entre lenguajes literario y cinematográfico –como bien se ha podido comprobar en varias obras de su filmografía- y que no hace falta copiar literalmente un texto para serle fiel en su esencia y sobre todo, para llevar a cabo una grandísima película.

De esta manera, Hogwarts y sus alrededores cobran una vida inusitada, abriéndose al espectador toda la magia y el esplendor que rodean el peculiar colegio. Al mismo tiempo, se refleja estupendamente la vida de los alumnos como si de un “internado” cualquiera se tratara, así como las relaciones entre los personajes y sus sentimientos.

Vuelven a destacar los actores que dan vida a Harry y a Hermione: Daniel Radcliffe y Emma Watson; y sobre todo, aunque esté poco tiempo en pantalla, la incorporación al elenco actoral de Gary Oldman, encarnando a Sirius Black, el prisionero que da nombre al título tanto de la novela y del libro como de este post.

Demasiadas curiosidades… ¿magia?
Cuarón se tomó libertades creativas a la hora de adaptar el libro, de forma que no es raro encontrar alguna referencia a su país de origen durante todo el metraje. También se permitió el lujo de cambiar Hogwarts por completo –cambiarlo respecto a las anteriores películas, haciéndolo sin embargo más parecido al descrito en los libros- o añadir creaciones propias, como las pequeñas cabezas parlantes que aparecen en el autobús o en el pueblo de magos. Pero si por algo destacó en su momento, fue por las declaraciones de Rowling tras el visionado de la película, que aseguró que Cuarón había incluido algunas pistas sobre el final de la saga.
Al parecer, a Cuarón le pareció que completaban la historia de su película y que eran lógicas, pero no tenía ni idea del posible desenlace de las aventuras de Harry. Rowling juró que jamás se lo había comentado, y todos los fans se lanzaron al revisionado de la tercera película, intentando averiguar de qué estaban hablando los dos creadores.

Al parecer se desvela en los dos últimos libros, que como no he leído todavía no puedo saberlo, así que toca esperar de momento a ver cómo acertó en su visión Alfonso Cuarón.


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