sábado, 2 de enero de 2010

Los mejores del mundo, de Dave Gibbons & Steve Rude

Gibbons –que también se ocupa de la Introducción al tomo- deja de lado su parte artística más conocida – ¡fue el dibujante de Watchmen!- y entrega aquí su primer guión en solitario para que lo ilustre el genial Steve Rude (Nexus).

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Tres álbumes de extensión mayor a la normal donde el ahora también guionista británico plantea una historia no muy original que junta los destinos de los dos superhéroes más famosos de DC: Superman y Batman. A este team-up clásico le encuentro varios problemas: por un lado ambos héroes se han encontrado tantas veces que no sólo se ha perdido la sorpresa, sino que es muy difícil hallar alguna idea original. No hay autor que no se resista a contar los hechos en paralelo, cómo ambos lidian con los criminales, cómo fueron sus orígenes, cómo se relacionan con sus secundarios más inmediatos y lo tan diferentes que son las dos ciudades es la que residen ambos héroes respectivamente. Además, aunque la historia de Gibbons es algo simple, resulta que acaba al final del segundo volumen, dejando el tercero como colofón final con las consecuencias inmediatas, pero podría tratarse de una historia aparte, siendo como es un mero enfrentamiento entre Luthor y el Joker al que sus Némesis deben de hacer frente.

Aunque he de reconocerle alguna que otra idea original, como el regalo navideño de Superman a su amigo. O que, en vez de unirse contra una amenaza común, decidan mudarse de ciudad, por poco creíble que esto parezca. Las caracterizaciones de los personajes pertenecen a su vertiente más clásica, de ese modo el Joker es más payaso que nunca, Luthor un empresario sin escrúpulos obsesionado con su reputación y los héroes, uno cada vez más icónico y el otro un playboy millonario sin sentido del humor.

Este giro hacia el clasicismo de la historia no tiene otra razón que la caracterización que les concede el dibujante norteamericano, un verdadero apasionado de aquellos primeros años del cómic y cuyo estilo es la definición más cercana a “clásico” que se puede encontrar ahora mismo en la industria. Su Superman y su Batman son como aquellos dibujos que aparecieron en los primeros números de sus respectivos cómics. Pero Rude sabe dotar de un dinamismo a las secuencias, a la acción y en definitiva usar un diseño de página espectacular y moderno y muy atractivo a ojos del lector. Es sin duda su arte lo más destacado de esta obra, donde dota de gran detalle a todo lo que rodea a los protagonistas: los fondos, las ciudades de Gotham y Metrópolis, la indumentaria de la gente… Incluso las portadas, en un estilo diferente, son preciosas.

La Edición de Planeta es bonita e incluye una serie de extras, comentarios del guionista y bocetos del dibujante, así como páginas completas de guión. Lo único que se le puede echar en cara a la editorial es el formato elegido, el polémico formato Absolute que no justifica en sí ni la obra ni los extras, por mucho que me gusten los lápices de Rude, un dibujante excepcional. ¡Gracias a Dios por los saldos!

Otras historias de Superman en este blog:
Por el mañana
La caída de Camelot
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Silencio
¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado?

Y juntos además en:
Kingdon Come
JLA/Vengadores

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