lunes, 7 de junio de 2010

El miedo a la libertad, de Erich Fromm


El profesor Fromm (Fráncfort, 1900 – Suiza, 1980) realizó los estudios de Derecho y Sociología, que lo derivó hacia el psicoanálisis. Con varias interesantes obras de divulgación en su haber, la primera de ellas que se publicó corresponde a su etapa de exilio en Estados Unidos, adonde se mudó huyendo del nacionalsocialismo. Publicada por primera vez en 1941, Fromm plantea la interesante paradoja que tenía lugar en ese momento y que afectaba a toda la humanidad; una humanidad que había conseguido arrebatar su propia libertad tras la I Guerra Mundial de las manos de los gobiernos absolutistas y de las posesivas religiones. Sin embargo, el auge del totalitarismo llevó al profesor a la conclusión de que en realidad existía un miedo inherente a conquistar la libertad y que el ser humano todavía estaba dispuesto a estandarizarse, aún a costa de su propia expresión individual.

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Ya en el Prefacio –a cargo de Gino Germani, traductor de la obra- se intenta introducir algunos conceptos pertenecientes al mundo de la psicología que puedan ayudar a entender la postura de Fromm. Se centra de forma clara en las diferencias que con sus predecesores –con Freud a la cabeza- tiene el autor, necesarias para una mayor comprensión. Diferencias que el propio Fromm se encarga de explicar en el primer capítulo de su obra, La libertad como problema psicológico, donde explica a grandes rasgos sus ideas y cómo va a ir desarrollándolas a lo largo de las páginas siguientes. Alejándose del materialismo y de la concepción puramente biológica del sujeto, Fromm mantiene que la persona se relaciona con lo social que lo rodea, alimentándose ambas partes mutuamente y conformándose y cambiándose la una a la otra. Que aunque existen factores comunes a todos los hombres –el instinto de conservación- también posee una adaptación dinámica –en contraposición con la idea freudiana de adaptación estática- que le lleva a cambiar según la sociedad en la que se desarrolle. Una tesis inicial que sitúa el peor miedo del hombre en la soledad o aislamiento moral y cómo ese miedo puede llevar a un individuo que lucha a diario por su libertad a darle la espalda y someterse a otra disciplina, siempre en busca de una seguridad mayor.

Continúa con la introducción en La emergencia del individuo y la ambigüedad de la libertad, estableciendo un paralelismo entre la emancipación del individuo desde que nace y va rompiendo los lazos maternos con la misma historia de la humanidad, que va librándose poco a poco de ataduras con la madre naturaleza y sobreponiéndose a sus limitaciones. Se establece también una diferenciación de términos que será muy importante para el devenir de la obra, entre libertad para y libertad de; siendo calificados el primero como libertad positiva y el segundo de ellos como su contrario, libertad negativa. El siguiente paso del estudio será hacer un repaso histórico desde el siglo XV y XVI en adelante en un intento de comprender mejor la situación actual del hombre moderno en la sociedad en la que nos encontramos.

La libertad en la época de la Reforma hace un retrato psicológico de la Edad Media y de sus habitantes, organizados en diferentes capas sociales. Conforme el tiempo va pasando y la idea del capitalismo moderado se va instalando, los cambios políticos y sociales van teniendo lugar. Se centra el autor con especial atención en la figura de Lutero y lo describe de forma que el lector pueda diferenciar entre su perfil psicológico y aquello que pregonaba y cómo esto afectó a la parte más baja de la sociedad, los pobres y desheredados de la historia. El contraste con la filosofía de la Iglesia católica que venía marcando el devenir de la humanidad es grande y un catalizador de grandes cambios. Calvino será otro personaje que cautive la mirada del autor, dispuesto a ir avanzando paralelo a la historia en su afán de explicar su tesis. En Los dos aspectos de la libertad para el hombre moderno continúa con esta forma de narrar la historia psicológica llegando hasta los días en que la I Guerra Mundial había acabado y en el clima de cultivo único que dio lugar a los nuevos totalitarismos, con el fascismo y el nazismo como puntos centrales. Antes de centrarse en las claves psicológicas que dieron lugar a la dictadura bajo el papel del líder absoluto en Alemania, Fromm dedica un paréntesis a los diferentes Mecanismos de evasión de los que abusa el hombre en la época actual, tales como el autoritarismo, la destructividad o la conformidad automática, situando todos en sus respectivos contextos y citando abundantes ejemplos de comportamiento que permitan a los no iniciados en la carrera de psicología la mejor comprensión posible de los conceptos.

Finalmente, el objetivo inicial de este estudio empieza a completarse con los dos últimos capítulos de la obra. En La psicología del nazismo no sólo se estudia la situación que vivía el pueblo alemán en la posguerra, sino que la figura del que iba a convertirse en máximo líder y responsable de su futuro es analizada con gran detalle, en un intento de dar una explicación plausible a cómo el nazismo triunfó en la Alemania de la época. En la última parte de este libro, Libertad y democracia, el profesor Fromm da respuesta a la pregunta inicial que habría este debate, situándonos en la época actual –en realidad, el Estados Unidos de 1941, cuando fue publicada su obra- e intenta aportar datos y soluciones posibles al gran problema del hombre moderno: cómo su propia individualidad no es sino ilusoria; un reflejo de lo que ocurre alrededor y que es proyectado a través de él mismo debido a las presiones sociales, al qué dirán y a los medios de comunicación. Siempre valoro en este tipo de ensayos que plantean un problema complejo la capacidad para, una vez analizado y diseccionado el problema de forma clara y concisa, aportar una serie de posibilidades o soluciones al mismo. Y esto es algo que el autor no esquiva, sino que aborda con franqueza, pese a la gran dificultad real que plantean sus posibles soluciones.

Se completa el volumen con la abundante relación de la bibliografía usada, con sendos índices de nombres y analítico; y un Apéndice profundizando más si cabe en El carácter y el proceso social. El resultado final no puede ser diferente del de una obra compleja y ambiciosa, con un tremendo poder revelador y que no ha perdido nada de su frescura y actualidad científica tras los más de 70 años de su realización, debido sin duda a que el problema principal planteado no ha sido, ni de lejos, superado por el hombre moderno.

2 comentarios:

  1. Tengo pendiente a Fromm desde hace tiempo.

    ... Me lo acabas de recordar con esta entrada...

    Gracias.

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  2. Tengo otro en la recámara del mismo autor sobre el tema por excelencia: el amor. A ver cúando me atrevo con él.

    Gracias a ti por comentar.

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