Y es que hay que reconocer que el dinero se nota cuando se invierte. Muchos exteriores, vestuario, caballos, armas y extras dando vida a romanos e hispanos en esta recreación ficticia de lo que supuso la resistencia de Viriato, caudillo lusitano, contra la invasión de los romanos en el 150 a.C. más o menos -cito de memoria-.
Una serie de personajes corales que se enfrentan entre ellos cada uno por sus diferentes motivos –venganza, amor, orgullo, amistad, ambición, poder- que al menos en su primer capítulo cumple con la expectación generada, si bien es verdad que no supera a los vídeos promocionales. Aunque en un principio la historia me recordó muchísimo a Braveheart o a Robin Hood, es entretenida y a excepción de los diálogos, que no están adaptados a la época en la que se encuentran los personajes y sin duda sobran la mitad –siempre me queda la sensación de que en las series españolas se habla demasiado- la historia está bien explicada.
El diseño de producción y demás apartados técnicos destacan sin duda en el panorama televisivo nacional. Aquí Bambú Producciones ha cumplido con su trabajo y sigue en pleno ascenso de calidad tras series como Guante Blanco o Gran Reserva.
Queda por dedicarle un poco de atención al grupo de actores, sin duda uno de los elementos más importantes de Hispania. Divididos claramente entre buenos y malos, los hispanos cuentan en sus filas con Roberto Enríquez como Viriato, Manuela Vellés (La chica de ayer) como un posible interés romántico, Ana de Armas como una joven prometida capturada por los romanos, Juan José Ballesta como el desairado y vengativo novio o Alfonso Bassabe (UCO) como el heredero a la jefatura del pueblo hispano; Y por parte de los romanos tenemos a Jesús Olmedo como el general Marco, a las órdenes de Galba al que interpreta Lluís Homar (23-F, el día más difícil del rey) o Natalie Poza como su mujer.
Destaca sobre todos ellos Lluís Homar y con bastante diferencia. Las mujeres tienen papeles menos interesantes, muy en la moda últimamente de enseñar un poco pero no demasiado, no vayamos a escandalizar a la audiencia. Pero en general a los actores creo que hay que reprocharles poco. Ahí está el material con el que trabajan y poco más pueden hacer. Y con esto paso a lo que creo que es el punto más importante de esta y probablemente de todas las series con un mínimo de ambición en la televisión española.
Con todos los ingredientes anteriores, Hispania debería haber sido un éxito sin precedentes. Pero aquí hay algo que no me explico, porque no puede ser que se gasten tanta pasta y luego no se den cuenta de los errores tan absurdos que comenten. Y eso tiene que ser culpa del director o del productor. Aunque yo de verdad lo que creo es que no tienen mucho voto en el metraje final, que será la cadena la que imponga su criterio, porque si no es que no tiene sentido. Sin duda no se puede rodar de forma más plana, menos arriesgada. Si parece un documental: nada de primeros planos, ni de secuencias. Y otra cosa que no alcanzo a ver: si vas a realizar una producción de este calibre y el dinero es un problema, ¿por qué no se recurre a trucos de producción, de dirección o de iluminación para intentar resaltar los puntos fuertes y esconder los débiles?
Se que las comparaciones son odiosas y con el mercado americano no tienen ningún sentido, pero la historia de este medio está llena de producciones más ambiciosas en el fondo que en la forma y han triunfado debido a la pericia de sus realizadores. Y luego hay cosas que claman al cielo: puedo dejar pasar los diálogos modernos en una concesión a la gran audiencia, pero el acento y la forma de hablar de barrio de Juan José Ballesta te sacan de la historia. No puede ser que nadie se lo hiciera notar. Y en algunas secuencias los diálogos sonaban raros, como si estuvieran mal doblados. La música, que a priori no me parecía mala, en muchos momentos directamente no casaba con lo que se estaba narrando. Puedo pasar el vestuario, que quizás parecía demasiado nuevo, pero el momento en que Ana de Armas recibe de latigazos, ¿alguien se cree que con cuarenta latigazos a las espaldas iba a seguir en pie? Debería de estar colgada de las cuerdas sin sentido y en un baño de sangre. Si no te atreves a mostrarlo así, ¡que no la den de latigazos!
Aún así sigue siendo un paso adelante para la televisión española, pero al igual que me ocurre con Águila Roja, echo de menos un poco de personalidad y no esa manía de seguir siempre el manual, de grabar todo igual, de que todo el mundo interprete siempre de la misma forma y de que los canales donde se emiten sigan haciendo tonterías para torpedear su propio estreno –sobre la contraprogramación, corramos un tupido velo-. Que Antena3 no emitiera anuncios publicitarios durante el capítulo fue todo un acierto –no entiendo muy bien porqué no lo anunciaron previamente, porque seguro que alguien hubiese picado nada más que por eso-, pero la táctica de emitir previamente todos los anuncios publicitarios sobre Hispania es una tontería enorme, más cuando sirve para comparar y el capítulo Piloto sale perdiendo. ¿Cómo es que no lo ven? ¿Quién toma este tipo de decisiones y a qué obedecen? Esas son las dudas que me quedan en la cabeza tras el primer episodio, más que qué ocurrirá en las siguientes entregas.





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