Película inglesa de hace varios años que mezcla la historia de una serie de individuos en la ciudad de Londres a cada cual más peculiar: Emilia Bryant (Eva Green, Casino Royale, La brújula dorada) es una joven que se encuentra embarcada en un proyecto muy personal de temática audiovisual que la consume poco a poco, llegando incluso a intentar suicidarse varias veces; Milo (Sam Riley) acaba de salir de una ruptura amorosa y cree ver a una vieja amiga de la infancia en diversos sitios y siempre de refilón, con el rabillo del ojo, por lo que intentará encontrarla; Peter Esser (Bernard Hill, que aparecía en El señor de los anillos haciendo del Rey Theoden) espera la llegada de su hijo y ante la tardanza de este decide ir a buscarlo, averiguando que se encuentra en paradero desconocido.
Si con estos extraños personajes pululando por la capital inglesa no fuera suficiente, sus historias están narradas en paralelo con las de otra ciudad, esta de un marcado tono futurista y decadente donde un hombre enmascarado –muy al estilo del Rorschach de Watchmen- al que interpreta Ryan Phillippe debe de enfrentarse a un tirano y a su policía especial, ya que él es el único descreído en una sociedad donde el culto religioso, sea este el que sea, es obligatorio.
Curiosa mezcla, donde destaca el diseño de esa sociedad diferente a la nuestra y que en su final alcanza algo de emoción, pero que falla en su camino. Pese a una ajustada duración, pronto nos cansamos de las historias en el mundo real, aunque es cierto que se mantiene un mínimo de interés para ver cómo relacionará todas las historias el director, que también es el guionista. Por lo demás es una producción algo floja que se mueve en el terreno de la fantasía y como mucho del thriller.


Esta es lo que merece ser llamada "una película"!
ResponderEliminarHabla de los cuentos que se cuentan a los niños, por creencias, para
salvarlos de los malos, por doctrina adquirida o interesada... esos
cuentos que perduran en el tiempo y se siguen contándoles a un niño
también cuando no lo es mas desde tiempo. Esos cuentos que por boca de
los "amados tutores" impiden al "tutelado" crecer, por falta de
coherencia y sentido común;
y habla de lo que pasa cuando eso sucede.
La mayoría de las opiniones leídas en la red son reductoras,
simplistas, y dejan una imagen tibia y destructurada de la obra, la
verdad es que para este servidor "Franklyn" de Gerald McMorrow todo
puede ser menos que eso.
Lo que yo he visto es una obra estratificada, frágil y preciosa como un
pastel milhojas que una vez mordido colapsa en una única dirección:
esta vez el cine nos enseña con un Cuento de cuanto "sanadora" podría
ser la verdad, devolviendo así la fabulación su natura original!
Tengo que reconocer que aunque no estoy de acuerdo con lo que dices -me sigue pareciendo un proyecto fallido- añades una nueva capa a la hora de fijarse en la historia.
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