El barco, la nueva serie de misterio y aventura de Antena3

Pues ya se ha estrenado otra de las apuestas más fuertes de la cadena privada para esta temporada, una vez finalizada Hispania. Visto el Piloto parece confirmarse lo que la mayoría nos imaginábamos: que se trata de un refrito de la extinta El internado, eso sí mejorado en mucho de sus aspectos pero sin dejar atrás algunas de las características más definitorias de la antigua serie: desde lo escueto de su título a los roles principales de sus protagonistas y a sus situaciones, amén de muchas caras conocidas.

La historia se trata en un principio de un barco escuela al más puro estilo Tormenta Blanca que se dispone a iniciar una travesía de dos meses de duración por alta mar. Al poco de zarpar tiene lugar un acontecimiento inaudito: un experimento llevado a cabo en Ginebra produce un desastre de cuya magnitud todavía no tenemos constancia pero que podemos intuir. Los tripulantes del barco tendrán que lidiar con una tormenta como pocas se han visto y hay que reconocer que en esos momentos el resultado ha sido muy positivo, transmitiendo verdadera emoción al espectador y haciéndolo de lo más creíble.

Antena3 no ha querido arriesgar demasiado y repite por lo tanto la fórmula que llevó al éxito a los primeros capítulos de El internado, siendo un grupo de alumnos que se hacen amigos y que junto con los profesores y demás tripulantes deben convivir en el día a día, al tiempo que se van planteando una serie de misterios como la naturaleza del fenómeno que acaban de vivir o la presencia de un profesor que no es quien parece ser y que tiene su propia agenda personal con respecto a uno de los alumnos en particular. Los roles protagonistas también están bastante estereotipados y son casi idénticos a los de la serie ya mencionada, con el malote de buen corazón o esa inminente relación entre el capitán del barco, recientemente viudo y la científica. Y por supuesto y para desgracia de todos, también hay una niña rubia pequeña e inocente que habla y aparece un montón y además en voz en off.

Los actores, pues con Mario Casas y Blanca Suárez como los jóvenes más conocidos, seguidos muy de cerca por Irene Montalá, Juanjo Artero o Neus Sanz. Todos muy guapos, ellos muy musculados y ellas muy divinas en todo momento.

El Estrella Polar es el nombre del barco donde se ha rodado esta serie, mitad en un decorado de interior bastante impresionante y la otra mitad en alta mar, lo que le da un cierto toque de bien hecho. Otro gran encargo para Globomedia y de los que salen airosos. Los efectos especiales cantan un poquillo en algunos momentos pero son los menos, en realidad están bastante bien realizados.

En resumen y a falta de ver como se desarrolla, está bastante bien realizada pero no nos engañemos: es igual a El internado y como tal se desarrollará. Los personajes están calcados y las situaciones casi también, además de que siguen el manual a rajatabla -un rebelde, un graciosillo, un romántico, uno que no encaja, una niña pequeña, una tragedia familiar, un malote de buen corazón-. Es lo mismo con diferente envoltorio, con un mejor envoltorio, pero a mí particularmente ya me cansa esto de ir siempre a por lo seguro, de no arriesgar nunca. Es otro claro ejemplo de intentar agradar a todo el mundo, de hacer una serie para toda la familia. Probablemente la siga en sus primeras emisiones porque me encanta tanto el tema marítimo como el de supervivencia y siempre a la espera de que de un giro hacia la aventura más pura y se deje de misterios absurdos sin resolver que se alargan y se alargan sin sentido.