¡Qué dilema!, de Ron Howard

Insípida comedia de un director que se mueve en una línea algo curiosa, ya que pese a cosechar grandes éxitos de taquilla (El código Da Vinci o Ángeles y demonios) y nominaciones a los Oscars (Frost contra Nixon) no es capaz de emocionar lo más mínimo ni de presentar un producto original o con cierto interés.

En el caso que nos ocupa, una comedia dramática o drama con toques de comedia, según se mire, el protagonismo se lo lleva Ronny (Vince Vaughn) que junto con su mejor amigo Nick (Kevin James, Niños grandes) están a punto de presentar un motor eléctrico revolucionario, la oportunidad de su vida. Nick lleva un tiempo casado con Geneva (Winona Ryder, Cisne negro, Star Trek) cuando Ronny descubre por accidente que esta última le está engañando con un joven, al que interpreta Channing Tatum (GIJoe, Enemigos públicos) en uno de esos papeles de colgao.

Los problemas llegarán de lleno en el peor momento posible a la vida de Ronny, que no sabe cómo enfrentarse con su amigo y decirle la verdad. A eso se le suma las amenazas de Geneva, que no está dispuesta a perder su matrimonio. Una serie de equívocos que pondrán en entredicho a Ronny, un jugador compulsivo en tratamiento que hace bastante que no apuesta y que está sentando la cabeza con Beth (Jennifer Connelly). Queen Latifah aparece con un papel secundario.

Lo dicho: aporta poco esta comedia que no tiene grandes momentos de carcajadas, que basa su historia en los diálogos de Vaughn y en algún que otro momento equívoco absurdo, como su encuentro con el amante de Geneva, algo que acaba yéndosele de las manos.