
Multitud de referencias a la hora de acercarse a esta obra, un encargo realizado al guionista británico Neil Gaiman que debía ocuparse de los números Batman #686 y Detective Comics #853, publicados en Abril de 2009. Contando con los lápices de Andy Kubert –el menos dotado de la familia- que ya se había encargado del personaje en tiempos recientes en su propia serie regular –de forma algo errática- y que ya había colaborado con el propio Gaiman en un proyecto hace unos años para la editorial Marvel, la fallida obra Marvel 1602, la historia que se nos presenta aquí narra ni más ni menos que el final del Caballero Oscuro una vez que este final ya ha acaecido.
Para saber más de esta obra, click en seguir leyendo.
Gaiman vuelve a un terreno familiar que ya le había dado grandes alegrías: los relatos cortos por un lado y la ambientación en un velatorio por el otro, donde el cadáver es el del propio Batman y los asistentes al funeral toda su galería de amigos y enemigos, empezando por Alfred, Gordon o Selina y acabando en el Joker o el Pingüino. La historia que da unidad a todo lo narrado es la voz en off de Bruce Wayne, que no alcanza a comprender cómo ha llegado a esta situación. Acompañado por una misteriosa voz femenina, Wayne deberá dar su último saludo en el escenario y resolver su propia muerte, antes de que el tiempo se acabe.

Los puntos fuertes de esta obra son claros: contar con un guionista de la talla de Gaiman respaldado por un dibujante correcto como Kubert, que justo aquí le reconozco que hace uno de sus mejores trabajos en los últimos tiempos, ya que está muy contenido y se adapta a los diferentes estilos que han tenido muchos y variados dibujantes a lo largo de toda la historia de Batman. Al tiempo llena las páginas con homenajes a las épocas y personajes: los coches, los disfraces, los peinados, la capucha de Batman. Todo va mutando de página en página y de historia en historia, puestas una detrás de la otra según Gaiman en la que cada invitado al funeral narrará para el extraño público cómo murió el Cruzado Enmascarado, aunque esas historias se contradigan las unas a las otras. Por esta parte hay un punto de originalidad y muchos de los relatos, como el de Alfred, son especialmente brillantes e incluso hubiesen dado para una obra completa de más extensión.

Por el contrario, ¿Qué le sucedió al Cruzado Enmascarado? Tiene otros puntos negativos que impiden calificar a esta obra como Maestra. En primer lugar, el intento editorial de aprovechar el factor nostálgico y usar ese título –no nos engañemos, estamos ante un producto prefabricado donde todo está pensado para concebir un nuevo “tomo” de Batman que se venda por siempre- que hace referencia a una de las obras más míticas de Alan Moore en la compañía y con Superman como protagonista y con la que, por desgracia, no tiene nada que ver, ni en estilo ni en forma. En segundo lugar, los diferentes relatos que usa el guionista no tienen todos la misma calidad. También se le nota que por muchos momentos se gira más hacia el sentimentalismo que hacia el homenaje a un personaje mundialmente famoso e icónico como Batman.
A debatir estaría el final de la obra, gran parte del último número, donde todo se vuelve onírico una vez resuelto el misterio y el protagonista se ve envuelto en un carrusel de imágenes mezcladas y muchas de ellas sin sentido hasta llegar a la página final, con un claro mensaje por parte del guionista: todo es cíclico. Batman no morirá jamás.

La edición de Planeta me parece correcta. Se aprovechan de los autores y de las vibraciones que nos llegan de Estados Unidos para colocarles una tapa dura a una historia con pocas páginas. Pero la edición en sí me ha parecido muy bonita, contando con el prólogo del propio Gaiman, la recopilación de todas las portadas y un epílogo final a cargo de David Hernando. Varias páginas con los lápices de Kubert a modo de extras aderezan este cómic. Si la obra en sí lo mereciese es también tema para otro debate.
Como valoración personal: me ha parecido una historia a ratos bonita con giro inesperado en su parte final, con un dibujo correcto pero con un guión muy por debajo de las expectativas que me crea su autor, teniendo en cuenta lo bien que ha escrito sus últimas novelas. No me parece la siguiente obra maestra en la historia de Batman y creo que ni siquiera es comparable a ¿Qué le sucedió a el Hombre del Mañana?, de Moore. Entretenida sí, al menos, para acercarse a Batman esporádicamente lejos del caos en el que anda metido en sus series regulares en la actualidad, en sus diferentes muertes y en sus más que probables resurrecciones.

Otras obras de Neil Gaiman en este blog:
Los Eternos
Los hijos de Anansi
Coraline
Neverwhere
Otras obras de Andy Kubert en este blog:
Lobezno: Origen
Otras aventuras de Batman en este blog:
Silencio
No hay comentarios:
Publicar un comentario