miércoles, 27 de enero de 2010

Invictus, de Clint Eastwood


Llega la aportación anual del fabuloso director, responsable de una de las mejores cintas del año pasado –Gran Torino- alejándose del western crepuscular que filmó la última vez y acercándose a un hecho y a un personaje histórico: Nelson Mandela, interpretado muy convincentemente por Morgan Freeman que puede reportarle más de un premio dorado este año.

No estamos ante un biopic, sino ante la narración de lo que ocurrió posteriormente al nombramiento de Mandela como presidente de Sudáfrica y a sus continuos intentos por unificar un país divido racialmente. La celebración de los Mundiales de Rugby le da la excusa perfecta para aliarse con el joven capitán de su selección –al que da vida un Matt Damon muy correcto en un papel muy físico- para intentar no sólo conseguir el título, sino usarlo en beneficio de sus propios ideales.

Eastwood se centra en la primera parte de la película en la agenda política de Mandela y en sus costumbres –me llamó la atención la anécdota que cuenta el propio presidente sobre lo que le aconteció en Barcelona’92, con motivo de los Juegos Olímpicos- mientras va dando pinceladas de la vida en Sudáfrica y de cómo se lo toma la selección de rugby, en la que muy pocos creen. Con la llegada de la tan ansiada final, Eastwood se centra en narrar el partido en sí de una manera pasmosa, sencilla y precisa a la vez, de esa forma tan característica que nos ha ido demostrando los últimos años. Lo mismo le da filmar una guerra que un acontecimiento deportivo, todo queda claro en el cine de este genio que para colmo es capaz de sacar siempre lo mejor de sus actores: Morgan Freeman está muy bien, aunque habría que achacar al guión que quizás dibuja un Mandela demasiado perfecto en su papel de líder.

Tengo la sensación de que las películas de Eastwood ganan mucho cuando él sale como actor, como la mencionada anteriormente o Million Dollar Baby. Sin embargo, el resto de su filmografía es igual de recomendable, una garantía de cine bien hecho, sin pretensiones y con una buena historia detrás. Las hay mejores o peores –el año pasado también realizó El intercambio- pero todas vale la pena verlas al menos una vez, ya que casi nunca decepciona.

Morgan Freeman aparece en este blog en:
The Code
El caballero oscuro
Wanted

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