viernes, 5 de febrero de 2010

JSA: venga a nosotros tu reino, de Geoff Johns, Alex Ross & Dale Eaglesham

En el número Justice Society of America #9 (publicado en Estados Unidos en Noviembre de 2007) tenía lugar el Prólogo de una saga de larga duración a cargo del guionista estrella de la editorial y que tenía como punto más llamativo el ser una secuela en continuidad del ya famoso proyecto en el que Mark Waid y Alex Ross pusieron de acuerdo a crítica y público: Kingdom Come.

Realizar secuelas de grandes obras no es nada fácil. Johns se sirve de un título en el que llevaba casi una década a las riendas, donde conocía al dedillo a los personajes y donde contaba con los lápices regulares de Dale Eaglesham, con un trabajo muy correcto y a ratos espectacular. En este primer número, ambos artistas siguen jugando con la idea que el mismo guionista planteó en el gran evento de la compañía, Crisis Infinitas: la existencia del multiverso, donde 52 diferentes tierras existen en paralelo. En el propio seno de la JSA, grupo multidisciplinar donde los haya, con multitud de personajes, habitan dos exiliados de sus propios hogares: Power Girl y Starman, que además sufre de esquizofrenia. Cuando el equipo parte para ayudar en un simple incendio, las cosas se complican de tal manera que Starman se ve obligado a abrir un portal interdimensional, del que emerge... el Superman que todos conocimos en Kingdom Come.

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Alex Ross, parte principal de la primera saga y encargado de realizar las portadas de la serie regular de la JSA –hecho que no impediría que el dibujante regular también ofreciera su mejor versión a la hora de plasmar una portada-, se une a Johns como coargumentista. Muchas de sus planchas realizadas años atrás se reutilizarán para plasmar los recuerdos de su Superman: un mundo devastado por los propios héroes, que no sabe cómo ha acabado en una tierra diferente, pero que sigue siendo Superman. Al mismo tiempo, una serie de seres superpoderosos con algún tipo de relación con divinidades están siendo masacrados por un desconocido. Johns no se resiste a seguir jugando con sus personajes: con los nuevos reclutas de la Liga; con la angustia y soledad de Power Girl; relaciones interpersonales, de pareja... Eso hace que la acción no es que avance muy rápido, pero la maestría de Eaglesham para dibujar tantísimos personajes diferentes en gran cantidad de situaciones le ayudan mucho.


En #13 USA está dibujado por Fernando Pasarín, que echará una mano con los lápices a lo largo de toda la aventura. De estilo similar al de Eaglesham, cumple sobradamente con su labor de relleno. Este número es también importante –casi medio año después del comienzo- porque se le pone cara al misterioso asesino: Gog, un perfecto desconocido para los miembros de la JSA pero un nombre temido por el exiliado Superman, ya que en su mundo tuvo mucho que ver con los acontecimientos que lo llevaron a la destrucción. La unión entre los dos supermanes llevará al primer enfrentamiento entre la JSA y Gog. La acción se acelera y en pocos números ocurren dos hechos significativos: Gog permite la entrada a su señor, un dios perteneciente al Tercer Mundo. El #16 y 17 USA y contando de nuevo con lápices de Pasarín y nuevas planchas de Ross, Johns vuelve a relajar la tensión presentando a este nuevo dios y cómo lo ven los diferentes miembros de la JSA. Ha emergido en África y sus primeras acciones consisten en causar todo el bien que pueda a su alrededor: desde curar todos los males de los miembros del grupo hasta eliminar el hambre y la guerra en el país africano. Y entre otras cosas, conceder a Power Girl su sueño más deseado: volver a su universo.

En Septiembre del 2008, se une al ya nutrido equipo de realizadores el veterano dibujante Jerry Ordway. En el Justice Society of America Annual, Johns y Ordway nos enseñan Tierra-2, hogar original de Power Girl, que se ha reencontrado con sus antiguos compañeros, así como con una gran sorpresa: ¡ya existe una Power Girl en ese universo! Esta subtrama continuará en las páginas de la serie regular mensual de la JSA y todas aquellas acciones que se desarrollan en ese universo serán dibujadas por Ordway. Hasta varios números después, el guionista no aclarará todo este lío entre tierras paralelas. Mientras en la propia JSA, los diferentes miembros han tomado partido a favor o en contra del presunto dios e incluso han llegado al enfrentamiento.

En Junio de 2009 se publican una serie de tres especiales con los que se pretende que comience el principio del fin de la secuela de Kingdom Come. El primero de ellos está centrado en el Superman de ese universo y realizado en su totalidad por Ross, que aprovecha el espacio para explicarnos cómo fue la muerte de Lois, uno de los desencadenantes de que Superman dejara de ser Clark Kent. En realidad no aporta nada a la trama principal, pero el arte de Ross llevaba demasiado tiempo sin brillar en su totalidad y ya se echaba de menos. Magog protagoniza el segundo, a cargo de Peter J. Tomasi a los guiones y Fernando Pasarín a los lápices. Seguimos acompañando al nuevo dios y a aquellos miembros de la JSA que lo siguen, centrándonos en uno de ellos que ha tomado el manto de heraldo. Su pasado y su presente en un vistazo. Unas pocas páginas a cargo de Johns y Kollins para desvelar por fin el origen de Starman y llegamos al tercer especial, ya con Johns y Ross a los guiones y Pasarín a los lápices. Titulado The Kingdom, es un número más de esta gigantesca epopeya que sigue profundizando en los diferentes personajes, enfrentados entre ellos la mayoría de las veces y donde Sandman hace un descubrimiento terrible que acelerará el desenlace: las auténticas intenciones del dios y sus posibles consecuencias para el planeta. En los números #21 y 22 USA se cierra esta saga con el inevitable enfrentamiento entre el dios y la JSA, donde Superman tendrá un papel destacado.

Valoración personal
Johns y Ross se alejan tanto de lo narrado en Kingdom Come que ni siquiera se podría hablar de una secuela. La acción ni siquiera ocurre en el mismo universo, si bien es cierto que uno de sus protagonistas es el mismo. El Superman ideado por Waid y plasmado por Ross es el nexo de unión entre ambas historias y su miedo a que se repita lo sucedido en su mundo uno de los motores de la acción. La historia está bien llevada y la gran cantidad de personajes que manejan los autores hace imposible que sucedan más cosas. Sin embargo he tenido a veces la sensación de todo pasaba demasiado lento. Y es que a mi gusto la saga avanza a trompicones. Encadenamos unos números espectaculares repletos de acción, revelaciones y giros de guión con otros más de interacción de personajes, de conversaciones o de ideas filosóficas que a veces me rompían el ritmo.

Los especiales no han aportado mucho más allá del dibujado por Ross –y sólo por su dibujo- el cual ya daba buenas muestras de su arte en la realización de las portadas, alguna de ellas muy buena. Sí que tengo que admitir que la conclusión me ha parecido acertada pero muy apresurada. Tantos números con el dios Gog paseando por África y la pelea final no dura más de 48 páginas. En ese aspecto, me pareció que el grupo sufría más en su enfrentamiento previo con el heraldo que con el propio dios. Pero la vena sensible me puede. El hecho de que sepamos en qué momento exacto fue arrancado Superman de su propio mundo y lo que ocurre después me gustó, así como los nuevos dibujos de Ross mostrándonos qué llegó a pasar en el futuro ¡hasta mil años después! La viñeta con los críos me pareció magistral.

En resumen, buen cómic, bien dibujado por todos los implicados, que se ha aprovechado de una historia previa que supuso un hito en su momento pero que no tira por el camino fácil ni de la secuela ni del remake, sino en busca de otras direcciones. Esto puede ser bueno o malo según los aficionados se acerquen a la obra buscando de verdad la segunda parte de Kingdom Come, pero este no es mi caso. Me ha entretenido lo suficiente como para seguirla mes a mes y no me arrepiento. Y eso ya es mucho decir en el panorama actual, donde nos cuelan cada cosa...

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