
Kate Beckinsale intenta reconducir su carrera en el cine de acción más comercial interpretando a Carrie Stetko, una Marshall destinada en la Antártida que justo cuando van a retirar al personal científico que allí trabaja antes de la llegada de las peores tormentas, se topa con unos asesinatos misteriosos tras el descubrimiento de algo extraño enterrado en la nieve. Lo que a priori parece un argumento calcado de una famosa película de John Carpenter no lo es: estamos ante un thriller de acción con un pequeño misterio y que si bien no aburre –metraje ajustado- tampoco emociona lo más mínimo. La acompañan en el reparto Gabriel Macht (The Spirit) y Tom Skerritt.
Curiosamente, lo más llamativo de la película tiene poco que ver con su metraje: está basada en un cómic guionizador por Greg Rucka, uno de sus primeros, y que está considerado como un gran ejemplo de género negro en viñetas. Como ya le pasó a Punisher War Zone, esta película tampoco va a estrenarse en cines, sino directamente en DVD y, como ya comenté sobre la adaptación del justiciero de la Marvel, aunque no me parece una maravilla, creo que peores películas se estrenan a lo largo del año como para negárselo a esta, que al menos no aburre.

Beckinsale no luce mucho palmito, demasiada ropa encima –excepto en una floja escena casi al principio, donde toma una ducha- y no sale muy bien parada de la experiencia. Al director tan sólo se le puede comentar que en concreto una escena de lucha en medio de la nieve, cuando tienes que estar atado a una cuerda si no quieres salir volando y perderte en medio del vacío, es de lo único destacable. Pero aún así, el resultado es tan entretenido como olvidable.
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