domingo, 30 de mayo de 2010

El final de la guerra. Reseñas autobiográficas de Bosnia, 1995-96, de Joe Sacco

En el año 2005 se publicaba en la editorial Drawn & Quarterly el recopilatorio El final de la guerra –publicado en España un año después por Planeta DeAgostini en su colección Trazado- y que contenía dos historias realizadas anteriormente por el autor de origen maltés a finales de los años 90, tras su estancia en Bosnia en los años 1995 y 1996.

Click en Seguir leyendo.

Breve –e impreciso- apunte histórico
Un conflicto que acabó en diciembre de 1995 tras algo más de tres años de combates que vio sus inicios tras la desintegración de la Yugoslavia comunista tras la guerra fría y cuyo posterior devenir es de todo menos sencillo de asimilar. Fusilando un poco de la Wikipedia, Serbia con Milosevic a la cabeza intentó hacerse con el poder en los últimos momentos de vida que le quedaban al país, algo que no consiguieron ya que tanto Croacia como Eslovenia se escindieron e independizaron. El hecho de que en Croacia hubiera una gran mayoría de serbios residiendo agudizó el conflicto. Es difícil resumir los complicados procesos políticos que llevaron a la guerra. En aquella época, tan sólo en Bosnia-Herzegovina convivían serbios, croatas, yugoslavos y bosníacos, amén de varias religiones diferentes como la musulmana, la cristiana ortodoxa o la cristiana católica. Cuando el gobierno decidió independizarse por medio de referéndum, los serbios no sólo intentaron boicotearlo políticamente, sino que tras su aprobación recurrieron a otro tipo de protestas más enérgicas. Todas estas complejas combinaciones de políticas nacionalistas y étnicas dieron como resultado un caldo de cultivo desde el cual nacerían los desencuentros que acabaron llegando al enfrentamiento armado. Y después de esto llegaron los asedios por parte del ejército serbio, las limpiezas étnicas, las violaciones de los derechos humanos y el sitio más largo de una ciudad de la era moderna, más de cuatro años resistió Sarajevo.

¡Soba!
La primera historia de la que se ocupa Sacco tiene como protagonista al Soba que da nombre al título, un artista bosnio que ha participado en la defensa de Sarajevo desde los mismos inicios de la guerra. Aunque su nombre es conocido en el mundo del arte, cuando se encuentra en el frente tiene el peligroso trabajo de desactivar minas enemigas o colocar las suyas propias. Sacco se reúne con él en los últimos compases de la guerra, cuando el alto el fuego lleva ya un tiempo y vive un poco su vida, cómo van a bares o a casas a bailar en busca de chavalas, al tiempo que le cuenta experiencias vividas en el frente –bombardeos, misiones, la visión de compañeros heridos o muertos- y comparte con él sus pensamientos y reflexiones sobre su situación en particular y la guerra en general: qué va a ocurrir con ellos una vez finalice la guerra, si se quedará o no en Sarajevo, donde es un hombre conocido; si tendrá éxito con su música o su pintura.

Sacco aplica sus constantes: una larga entrevista de varios días que bucea en los recuerdos de su interlocutor y que Sacco plasma hábilmente en sus páginas, detallista y minucioso cuando debe serlo, caricaturesco en determinadas situaciones, pero siempre fiel al relato que cuenta: el punto de vista de un habitante de Sarajevo que ha vivido la guerra en primera persona, que ha sobrevivido a ella y que es relativamente famoso, debido a su condición de artista.

Navidad con Karadzic
Este serbobosnio cuyo mayor anhelo consistía en la creación de una Gran Serbia es uno de los principales criminales que fueron juzgados por crímenes contra la humanidad en la guerra de Bosnia. Fugado y hallado en Belgrado en 2008 es el responsable de la limpieza étnica que se llevó a cabo contra bosnios y croatas, cuando era el máximo responsable de la autodenominada República serbia.

En esta historia –realizada un año antes que la anterior, pero cronológicamente posterior- Sacco nos cuenta la aventura que vivió junto a dos compañeros periodistas que reciben un soplo y deciden ir en busca de Karadzic, que tiene planeado asistir a los ritos litúrgicos de la navidad ortodoxa en la ciudad de Pale. Es al tiempo una especie de crónica simpática de los tejemanejes que realizan los reporteros y cómo a veces las cosas pueden salir o no, dependiendo de lo que se escucha aquí y allí, de si es verdad o mentira, si se llega a tiempo o no y, en definitiva, si se tiene algo de suerte.

Pero Sacco no se queda ahí y plantea una idea muy interesante al encontrase cara a cara con el líder serbobosnio. Mientras en la cabeza del guionista y dibujante de cómics resuenan todas las amenazas y los hechos deleznables producidos por el líder político, Sacco va tomando consciencia de que es incapaz de sentir nada hacia él. Ni odio, ni lástima, ni siquiera indignación.

Este volumen termina con un epílogo del propio Sacco comentando algunos hechos que tuvieron importancia en la realización de este volumen así como el destino final de los protagonistas. Se añade por parte de la edición española un artículo a cargo del profesor de Historia de Europa Orienta Francisco Veiga que suele colaborar con medios de divulgación como diarios y televisión, que aporta una visión única de la situación en la que se desenvolvían muchos de los residentes en Sarajevo en aquella guerra y sobre todo describe una versión del periodismo que ayuda a entender un poco más los sentimientos y el arte vertidos por Joe Sacco en estas páginas.

Todo sobre Joe Sacco en este blog, aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario