sábado, 8 de mayo de 2010

El plan B, de Alan Poul


Un director venido de la televisión para esta insulsa comedia romántica es la que el engaño típico que suele dar pie a este tipo de producciones apenas dura media película para luego dar un giro hacia otro tipo de comedia, eso sí, también romántica y también muy descafeinada, muy sosa.

Jennifer López es Zoe, una mujer que se ha cansado de esperar al hombre de su vida y decide tener un bebé por inseminación artificial. La casualidad hace que al poco de realizar el tratamiento conozca a Stan (Alex O’Loughlin, Whiteout) del que se enamorará y con el que comenzará una relación que con demasiada rapidez se convertirá en una historia de pareja centrada en los problemas de traer a un retoño al mundo –gemelos, en este caso-.

Nada es creíble es esta película y casi nada es gracioso. J-Lo como mujer desencantada incapaz de tener una relación con un hombre ya es poco creíble, pero luego se convierte en una repelente niñata caprichosa a la que su querido nuevo novio aguanta todo porque está embarazada. Que por cierto está tan falto de gracia como la propia película, que incluso cuesta acabar de visionar. Muy, muy mala.

4 comentarios:

  1. Porqué será que no me sorprende...?

    ¡Buen domingo!
    :-)

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  2. Hello Dorian!

    Pues sí, era previsible, pero a veces uno se espera que no sea tan mala como la pintan.

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  3. No, no pidas a una película del oeste que no haya tiros; pero tampoco, nunca, pidas a una comedia... "americana" más de lo que te pueda dar.

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  4. Jose-Maria,

    ya se que no tenía muy buena pinta, pero de ahí a un vehículo de lucimiento para Jennifer López que no tenga nada de gracia...

    Este tipo de películas no creo que recauden el dinero mínimo que justifique su emisión en cines.

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