En los últimos capítulos de la Primera Temporada veíamos como la familia Winchester se reunía para acabar definitivamente con el demonio de ojos amarillos que asesinó a su madre más de veinte años atrás. Pero enviarlo al infierno no es suficiente, por fin cuentan con un arma capaz de borrarlo de la existencia para siempre, un revólver Colt Paterson. Forjado en 1835 por el mismísimo Samuel Colt, que parece tenía una relación muy estrecha con lo sobrenatural.
En el último capítulo veíamos como la familia de cazadores de lo paranormal no sólo fallaba en su intento de acabar con Azazel, sino que acababan gravemente heridos.
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Una de las bazas jugadas a lo largo de esta temporada serán los pactos demoníacos. Cualquiera puede convocar a uno de estos demonios y pedir algo a cambio por su propia alma. Lo normal suelen ser diez años para disfrutar del deseo concedido, aunque siempre hay excepciones. Para salvar a su hijo Dean, John no sólo intercambiará su vida, sino que le ofrecerá la mortífera Colt a Azazel.
Sam y Dean tendrán que lidiar con la culpabilidad de haber fracasado en su misión y de haber perdido a su padre. Cada uno lo hará a su manera, pero seguirán juntos cuidando el uno del otro, al tiempo que siguen con cacerías menores que les ayuden a liberar su rabia. En su camino encontrarán el bar Harvelle's Roadhouse para cazadores, regentado por una amiga de su padre, Ellen y su hija Jo, cuyo único propósito es convertirse en cazadora en contra de los deseos de su madre. También entablarán relaciones con otros cazadores, uno de los cuales es mucho más peligroso de lo que parece, incluso para ellos mismos. Los capítulos auto conclusivos siguen siendo la tónica habitual de la serie: en las primeras entregas los Winchester tendrán que lidiar con un fantasma vestido de payaso que descuartiza a sus víctimas, vampiros que quieren redimirse y vivir en paz, zombies, posesiones, casas encantadas, un asalto a un banco con la policía y el FBI en el exterior, un enfrentamiento con un dios de la mentira y el engaño o con hombres lobo… Muchas aventuras diferentes con algunos puntos comunes, como la acción y la aventura con dosis justas de humor y terror. Algunos capítulos están muy bien o son originales: desde una investigación en un plató de Hollywood donde se rueda una película de terror hasta ser hechos prisioneros y encarcelados para librar uno de los pabellones de reclusos de un espíritu vengador.
El gran nudo sobre el que girará toda esta temporada es la condición especial de Sam. Sospechando que la muerte de su madre tiene mucho más que ver consigo mismo de lo que creía, Sam empieza a desarrollar un talento psíquico que le permite vislumbrar eventos futuros violentos, la mayoría de ellos relacionados o con Azazel o con una serie de personas anónimas. Tras un poco de investigación, los hermanos llegan a la conclusión de que existen una serie de personas con talentos –control mental, fuerza extrema- relacionados con el demonio, aunque no saben por qué.
Los dos últimos capítulos de la temporada ofrecerán las explicaciones necesarias, tanto de los planes de Azazel como de la condición de Sam y su propósito. La relación entre los hermanos nunca volverá a ser la misma tras el enfrentamiento final que tiene lugar en un cementerio estrechamente relacionado con Samuel Colt y con su cacería de lo sobrenatural.
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