Niños grandes, de Dennis Dugan

Vuelven a coincidir el director y su actor fetiche, Adam Sandler y con Kevin James para rodar una enésima comedia de absurdo que, si bien no es tan mala como lo que supuso Zohan, tampoco supera a otras de sus colaboraciones, como Yo os declaro marido y marido, mucho más crítica, ácida y desmelenada. Se rodean este trío de amigos de la presencia de otros cómicos conocidos americanos, como Chris Rock, David Spade y Rob Schneider, con los cuales ya habían trabajado con anterioridad. Se da la casualidad que estos amigos se han reunido para contar una historia que va precisamente de eso: la de un grupo de amigos en su madurez que tras treinta años desde que abandonaron el instituto deciden reunirse para un fin de semana del 4 de julio en una antigua casa apartada en la orilla de un lago donde solían ir de jóvenes.

Junto con sus mujeres, hijos y resto de familia, vivirán unos días de relax y de diversión, aunque al final descubrirán que todos tienen secretos, incluso entre las propias parejas. Entre las féminas destacan Salma Hayek (Cirque du Freak) o Maria Bello. Steve Buscemi (Interview) aparece en uno de esos cameos absurdos que están empezando a caracterizarle.

En el fondo estamos ante una comedia que no aporta nada nuevo, con sus chistes, actuaciones y moralejas ya vistas. Les gustará a aquellos que disfruten del estilo Adam Sandler en las comedias, aunque aquí tampoco es que sea especialmente gracioso. Prescindible.