martes, 20 de julio de 2010

Supernatural. Tercera Temporada


En el antológico y épico final de la anterior temporada, los creadores de esta serie de cazadores de lo sobrenatural se las ingeniaron para cerrar la mayoría de tramas principales que habían ido llevando las aventuras de los hermanos protagonistas durante algo más de cuarenta episodios. Toca ahora crear nuevas expectativas que permitan al público seguir enganchado con la serie al tiempo que se continúa con lo narrado hasta ahora. Sin embargo, la famosa huelga de guionistas que tuvo lugar desde finales del año 2007 hasta comienzos del siguiente afectó a Supernatural de la misma manera que a otras compañeras como House o Héroes: se vieron obligados a acortar las emisiones a apenas la mitad de episodios, por lo que los planes iniciales quedaron bastante trastocados.

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Del clímax final de la Segunda temporada nos llevamos grandes sorpresas: el plan final del demonio Azazel para con los Winchester es revelado: Sam está destinado a convertirse en una especie de ángel vengador que liderará las huestes del infierno en la Tierra. Para ello primero debe abrir las puertas del infierno, cuya llave no es otra que el famoso Colt. Aunque los hermanos Winchester, contando con la ayuda de Bobby Singer, logran llegar a tiempo de eliminar al demonio que asesinó a su madre no consiguen cerrar las puertas a tiempo, por lo que una gran cantidad de espíritus malignos han escapado y amenazan a la humanidad. El hecho de que Sam pierda la vida no frena a su hermano Dean de hacer un pacto demoníaco: si su hermano menor vuelve de la muerte, tras un año cederá su alma y bajará a los infiernos.

Así comienza esta nueva entrega de Supernatural, con los hermanos Winchester en una doble búsqueda: una solución que les permita salvar la vida de Dean y a la gran cantidad de demonios que consiguieron escapar. Los guionistas se vieron obligados a lidiar con varias subtramas en poco espacio de tiempo, por lo que a veces puede uno pensar que determinados personajes aparecen y desaparecen muy pronto. Esto no quita que demuestren su oficio y la verdad es que en su totalidad les queda un producto tremendamente entretenido, cuajado de las tan manidas referencias a la cultura popular y con un gran sentido del humor. Son pocas las aventuras de relleno, situadas hábilmente para mantener la tensión una semana más. De esta forma los hermanos lidiarán de nuevo con leyendas y tradiciones de sobra conocidas, como la mismísima Navidad, llamadas desde el más allá, patas de conejo que ofrecen suerte ilimitada, un viaje por el interior de los sueños, bucles temporales al más puro estilo de El día de la marmota o una resistencia encerrados en una cárcel que recuerda mucho a Asalto a la comisaría del distrito 13. Sin contar con vampiros, demonios varios, espíritus malignos o zombies.

Sin embargo, la mayoría de capítulos van orientados a, o bien solucionar cuentas pendientes con entregas anteriores (la persecución a la que se ven sometidos los hermanos tanto por un competitivo agente del FBI como de otros cazadores, con Gordon a la cabeza, convencidos de que Sam será el responsable de la aniquilación de la raza humana) o a plantear nuevas: se presentan dos personajes femeninos: Ruby, un demonio portador de un cuchillo capaz de asesinar a sus congéneres de la misma forma en la que funcionaba el Colt y que demuestra un interés personal en ayudar a Sam a aceptar su destino; y Bela Talbot, que posee los conocimientos de cualquier cazador pero no se dedica a lo mismo: trafica con objetos peligrosos y de ocultismo. Su constante búsqueda de dinero así como sus intenciones ocultas la situarán en el camino de los Winchester en más de una ocasión, que, como se puede imaginar, ya tienen suficiente con comprenderse el uno al otro y afrontar la situación de que Dean, muy pronto, morirá para ser llevado al infierno.

Muchos ingredientes diferentes mezclados con habilidad en una serie que sigue fiel a sus principios pero que consigue reinventarse de una forma original para no ser reiterativa ni pesada. 16 capítulos sólo debido a la huelga, pero bien aprovechados y que me hacen plantearme si a veces las temporadas divididas en veintitantas entregas no están un poco alargadas más allá de lo necesario para la historia.


Todo Supernatural, aquí.

2 comentarios:

  1. Una gran temporada que no se dejo lastrar por la huelga de guionistas y que fue un paso más allá, para mi Supernatural es la serie con la línea de calidad ascendente más clara que he visto nunca.

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  2. La verdad es que van mejorando temporada a temporada y el final de la tercera te deja seco.

    Además es divertida de cojones.

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