miércoles, 18 de agosto de 2010
Reino de Reyes: Abnett y Lanning prosiguen con su epopeya cósmica
Tras los acontecimientos narrados en Guerra de Reyes y los números correspondientes de Nova y Guardianes de la Galaxia, el siguiente paso en la historia del Universo Cósmico de Marvel llega de nuevo de la mano de los guionistas británicos en un one-shot y en sendas miniseries de cinco números cada una, complementada por otra aventura adicional protagonizada por el Hijo de Hulk –otro, no el que conocíamos hasta ahora-.
La devastadora guerra intergaláctica entre los Kree y los Shiar se ha saldado con la muerte de sus dos superpoderosos gobernantes. Habiendo sido los Kree declarados vencedores, ahora le corresponde a la Familia Real Inhumana el gobernar dos imperios en sus horas más bajas. Como Emperador de los Shiar se ha colocado a Gladiador, hasta hace muy poco máximo responsable de la Guardia Imperial.
Sin embargo, todos los protagonistas citados deberán de hacer causa común de nuevo para lidiar con la peor consecuencia tras la conflagración: el enfrentamiento final entre Rayo Negro y Vulcano dejó literalmente una brecha en el universo, en el espacio y el tiempo, que amenaza con consumir todo a su paso. Tras la enésima guerra, ahora toca hacer frente a una nueva amenaza desconocida.
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Reino de Reyes One-Shot
Acompañan a los británicos Leonardo Manco a los lápices y Mahmud Asrar en unas pocas páginas –Clint Langley se encarga de la portada-. Los Guardianes, Nova y el Proyecto PEGASO necesitan información sobre la brecha cósmica para poder hacer frente a posibles amenazas. Hasta ahora se han detectado pequeños problemas y se ha tenido contacto con algunos grupos de refugiados que provienen no se sabe de dónde. Una misión de reconocimiento es necesaria: Quasar, que recuperó la consciencia en forma de energía cuántica pura es el más indicado para internarse en la propia brecha e intentar averiguar de qué se trata. El viaje de Wendell lo llevará a otro Universo donde descubrirá una contrapartida de algunos héroes de la Tierra: los Vengadores, cuya actitud es bien diferente a la de sus antiguos camaradas. Quasar descubre que en realidad la brecha puede convertirse en un túnel hacia nuestro universo por el que una invasión como nunca antes se había visto puede tener lugar.
Resulta curioso el empeño de los guionistas en continuar las aventuras de los seres cósmicos de Marvel ofreciéndoles nuevas amenazas con las que combatir. Si hasta ahora ha habido enfrentamientos contra hordas invasoras de diferente clase o entre dos grandes superpotencias militarizadas, ha llegado la hora de elevar aún más las apuestas, introduciendo un nuevo enemigo más peligroso que los anteriores. Y tengo que reconocer que, de momento, parece que lo están consiguiendo. Manco cumple con su caracterización oscura y sus diseños de monstruos amorfos, de estilo Lovecraft.
Reino de Reyes: Inhumanos
Miniserie de cinco números donde Lanning y Abnett nos cuentan los problemas a los que debe de enfrentarse la nueva clase gobernante. La antigua nobleza kree no ve con buenos ojos el reinado de los Inhumanos e intentarán ejercer presión en forma de diversos ataques. También vemos cómo se va consolidando la relación entre Ronan y Crystal –matrimonio de conveniencia política en sus inicios-; la forma de gobernar de la reina consorte, bien diferente del difunto Rayo Negro y la amenaza que supone para el Imperio la existencia de la fractura en el Universo, que afecta de forma bien distinta a kree’s y a Inhumanos. Con una aparición de los poderosos Vengadores de Dan Slott, liderados por Hank Pym en una historia que se continúa directamente de su propia colección.
La mayor parte del dibujo corre a cargo de Pablo Raimondi, artista de corte clásico que lleva unos años colaborando con Marvel –X-Factor, Los libros de Muerte-. Cumple con creces, aunque no es nada espectacular. Se encarga del tercer número Wellington Alves, ya un viejo conocido de la franquicia cósmica marvelita. Las portadas sin duda lo mejor, obra de Stejpan Seijic. La historia en sí parece un poco alargada con algunas subtramas de relleno, pero no dejan de aportar datos sobre cómo les va a los Inhumanos y a los kree tras la guerra. Entretenida.
Reino de Reyes: Guardia Imperial
Al igual que con Alves, la pareja de guionistas británicos forma de nuevo tandem con Kev Walker, en el que ya habían confiado para plasmar el universo cósmico de Marvel. No es un dibujante de mi agrado, pero al menos no es un impedimento para disfrutar de la historia. Gladiador es ahora Emperador y no puede ejercer sus anteriores funciones de soldado. Por eso debe enviar a sus antiguos compañeros, la Guardia Imperial, en una difícil misión dentro de la propia fisura que tantos problemas está dando. Para guiarlos contarán con la ayuda de una nave muy especial y su tripulación: los Saqueadores Estelares, hasta hace muy poco enemigos acérrimos del Imperio.
Se nota que los guionistas disfrutan más con este tipo de historias de corte más clásico, de naves espaciales luchando en el vacío y todo lo que las rodea, aunque sean seres superpoderosos. De hecho, esta miniserie se antoja mucho más importante que la dedicada a los Inhumanos, ya que se liga mucho más tanto con los acontecimientos de Guerra de Reyes como con el nuevo Reinado que tiene lugar ahora. De esa forma entra de nuevo en escena Talon, clamando ser inocente del asesinato de la Emperatriz Lilandra y ansioso por reclutar a dos nuevos Darkhawk para la Orden. La lucha que libra la Guardia al otro lado del Universo forzará a Gladiador a tomar sus primeras grandes decisiones como monarca. También aparece Quasar, al que dejamos en plena huida en las páginas del One-Shot inicial.
Reino de Reyes: Hijo de Hulk
La Familia del Coloso Esmeralda ha crecido sin control en los últimos tiempos. Hulk está sufriendo una política editorial de lo más caótica y aunque algunas de sus sagas recientes han sido entretenidas –Planet Hulk o World War Hulk- la realidad es que echo mucho de menos una serie regular río como la que capitaneó Peter David durante años y no tanto golpe de evento.
En el caso que nos ocupa, esta miniserie de cuatro números tiene conexiones con Reino de Reyes algo discutibles, ya que tan sólo la tan manida brecha hace acto de presencia. El protagonista es Hiro-Kala, uno de los hijos de Hulk supervivientes del planeta Sakaar y que realiza junto con su séquito un viaje inesperado al mundo subatómico de Jarella, donde su padre vivió algún tiempo en paz y armonía. Los encargados de plantear dicha historia son dos debutantes en Marvel: Scott Reed a los guiones y Miguel Munera a los lápices. La historia mezcla a una serie de personajes y situaciones con las que no estoy familiarizado, por lo que me ha parecido sin duda la menos interesante. Al menos el dibujo es sencillo y nos podemos encontrar una serie de profecías que afectan al futuro del hijo de Hulk, bastante poderoso, capaz de manejar una especie de poder cósmico. No tengo ni idea si volverá de alguna forma a tener algo que ver con la parte cósmica de Marvel, pero de momento es totalmente prescindible, como ya lo fueran los números protagonizados por su salvaje hermano e incluidos en la saga Guerra de Reyes.
Valoración personal
Muy a mi pesar, tengo que admitir que se aprecia cierto agotamiento de la fórmula. En sus comienzos, esta serie de eventos cósmicos estaban autocontenidos en una serie limitada y algún que otro especial, que en el fondo era como un número más de la propia miniserie. Con el éxito obtenido y gracias al buen hacer de los implicados, dos series regulares vieron la luz, protagonizada la primera por Nova y la segunda por los Guardianes de la Galaxia. Abnett y Lanning se las ingeniaron para, al mismo tiempo que planteaban historias propias dentro de la colección, éstas se integraran perfectamente con los grandes eventos en forma de serie limitada que continuaban. Hasta ahora han sido tres y todos tenían la fuerza suficiente para mantenerse por sí mismos, aunque las series antes mencionadas eran el complemento perfecto.
Con Reino de Reyes no ha ocurrido así. La primera pega es que no han dejado suficiente tiempo entre el final del crossover anterior y el comienzo de este. Si bien el número inicial y la miniserie con la Guardia Imperial se antojan imprescindibles, en los cinco números dedicados a los Inhumanos apenas hay aportes a la historia principal –el efecto que produce la radiación de la falla en los kree-. La relación Crystal-Ronan o las cuestionables decisiones de la reina consorte pueden tener interés, pero no es necesario desarrollarlos a lo largo de cinco meses. De la limited del hijo de Hulk no hace falta ni hablar. O mucho me equivoco y en un futuro cercano tiene un papel determinante o parece un sacacuartos ideado por la editorial, como así lo fueron algunos de los especiales aparte que se vendieron con motivo de Guerra de Reyes, de los cuales, dejando aparte el dedicado a Gladiador o a Lilandra, tampoco aportaban nada especial.
También ha habido un descenso en la calidad gráfica de la serie. Andrea Divito, Tom Raney y un espectacular Pelletier se han hecho cargo de los anteriores capítulos de la saga. El resto de autores han ido rotando de un título a otro con mayor o menor fortuna, pero en esta última tanda no hay ninguno que destaque sobre los demás. No digo que su trabajo sea malo, pero me esperaba algo mejor para una de las líneas que mejor están funcionando en la actualidad del Universo Marvel.
En definitiva, que espero con ansias la nueva entrega, con Thanos en el título de la misma y tras la noticia de que las series periféricas que tan buen resultado les están dando han sido “aparcadas” mientras se desarrolla el evento principal. Para recuperarnos un poco de este ligero bajón.
Hasta ahora, la cosa ha ido así:
Aniquilación
Aniquilación Conquista
Guerra de Reyes


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