Centurión, de Neil Marshall

Producción histórica del Reino Unido que nos lleva a los dominios romanos de Gran Bretaña y sus constantes luchas con las tribus fronterizas, de las cuales los más salvajes eran los Pictos. La Novena Legión, bajo las órdenes del general Virilo (Dominic West, Punisher War Zone, The Wire) recibe la orden de marchar y acabar de una vez por todas con la amenaza de los salvajes. Contará con la ayuda de una renegada y rastreadora que le sirve como guía (Olga Kurylenko, Max Payne) y el último superviviente de una guarnición romana que acaba de escaparse del campamento picto, Quinto (Michael Fassbender, Malditos bastardos).

Marshall va llamando poco a poco la atención sobre sus trabajos. Si ya adaptó de forma muy libre una novela americana en The Descent sobre unos espeleólogos que encontraban una serie de criaturas prehistóricas en el interior de la tierra y nos recuperó la mejor serie B de ciencia-ficción futurista en Doomsday, ahora escribe y dirige una de romanos en toda regla, si bien se nota su preferencia por un tipo de historias diferente. Y es que Centurión es más una huida desesperada de un grupo de soldados romanos abandonados en territorio enemigo y perseguidos sin cuartel por una serie de pictos que han jurado venganza sobre ellos.

Teniendo en cuenta que este tipo de películas no llega ni a asomarse al presupuesto que pueden tener las americanas, el resultado es muy digno y divertido; no queda cutre ni mucho menos y la apuesta por la aventura y la acción es clara. Casi todo ocurre en exteriores, en una naturaleza inhóspita donde encontramos mucho territorio nevado, frondosos bosques, ríos salvajes... Poco a poco Marshall va ofreciendo de todo al espectador y la duración final de noventa minutos es muy acertada, por lo que se hace muy entretenida. Un peplum muy diferente a los que estamos acostumbrados, provenientes de Hollywood, mucho más crudo y violento.