Ahora que el nombre de Whedon está de nuevo sobre la mesa debido a la anunciada película de Los Vengadores y que su último proyecto en televisión, Dollhouse, no acabó demasiado bien, me ha apetecido repasar aquello por lo que llegué a conocerlo y a estar pendiente de cada uno de sus nuevos proyectos: la serie de la FOX de ciencia-ficción cuyo centro de atención no es otro que la nave espacial clase Firefly llamada Serenity.
Quinientos años en el futuro, Mal Reynolds y su tripulación intentan sobrevivir como pueden aceptando todo tipo de trabajos, aunque estos se encuentren fuera de lo legal. Cualquier cosa menos plegarse a los deseos de la Alianza, un régimen totalitario instaurado recientemente tras una cruenta guerra civil. Si ya de por sí su situación no es muy halagüeña, se ven obligados a recibir pasajeros para compensar algunos gastos, con la mala suerte de que entre ellos se encuentran dos fugitivos de la Alianza, casi con seguridad los más buscados del espacio conocido.
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A lo largo de su carrera Whedon ha ejercido labores de escritor, director y de productor ejecutivo, por lo que es uno de los creadores más conocidos de la televisión estadounidense. Además también ha guionizado en cómic tanto sus propias series como una exitosa etapa en los X-Men con el dibujante John Cassaday como compañero. En sus comienzos estuvo muy ligado al cine, colaborando como escritor. Su mayor logro de la época, cuando trabajaba para Disney fue su nominación al óscar por el guión de Toy Story. Ya centrados en su labor televisiva, Whedon ha escrito y dirigido incontables capítulos de sus propias series. Fue con Buffy y con su spin-off Angel que se convirtió en uno de los personajes de culto de la televisión americana. En el año 2004 se decidiría a empezar un nuevo proyecto con la FOX que al final no salió todo lo bien que se esperaba. Y es que la propuesta de Whedon demostró ser demasiado atrevida para una cadena tan conservadora y con tan poca paciencia como la FOX.
Es fácil rememorar a Han Solo como uno de los modelos a tener en cuenta al fijarnos en su protagonista, el Capitán Malcolm Reynolds (interpretado por Nathan Fillion) con la salvedad de que la inevitable guerra interestelar que siempre sacude a estas historias, ésta vez cayó del lado contrario. Reynolds fue Sargento en el ejército que se opuso al dominio de la Alianza y desde entonces arrastra la derrota consigo. Su único escape ahora es gobernar su nave, una Firefly sin armamento, rápida y que se cae a pedazos y con la que poder volar libre, dedicándose a lo que puede. Whedon crea un cosmos propio alrededor de la tripulación de la nave, cada uno con su carácter y motivaciones personales y donde tienen lugar todo lo necesario para reforzar el melodrama: amor, odio, traición, miedo, amistad... El sentido del humor está presente en cantidad de diálogos, que destacan por sí solos y muchas de las situaciones por las que pasan los viajeros. Por si fuera poco, la acción de la serie comienza cuando se ven obligados a tomar como pasajeros a unos fugitivos de la Alianza. El porqué son perseguidos con tanto ahínco es uno de los misterios que permanecen capítulo a capítulo. También merece que se reseñe el empeño por mezclar géneros tan dispares en su concepción como la ciencia-ficción en su vertiente de space-opera con el western más clásico. Y es que aparte de la indumentaria de los protagonistas o de que vayan armados como en el pasado norteamericano, en aquellos mundos fuera del dominio de la Alianza en los límites del sistema las capacidades tecnológicas son bien diferentes de las que disponen en los planetas más céntricos, por los que sufren de un cierto atraso y qué mejor forma de mostrarlo que dándole un aspecto desértico y abandonado al más puro estilo de ciudad fronteriza del Oeste americano. Esto hace que en un mismo capítulo convivan carreras espaciales con carreras de caballos, por ejemplo.
Vamos a dar paso a un breve resumen de cada uno de los episodios que tuvo esta serie –14 en total, contando con que el primero, el Piloto, es doble- que fue cancelada prematuramente pese a cosechar críticas positivas de los medios y de ir convirtiéndose poco a poco en una serie de culto, si bien en su momento de emisión no tuvo demasiada atención. Y es que las disputas de Whedon con la FOX son conocidas, ya que no consiguieron ponerse de acuerdo en nada y detalle tras detalle fueron minando la confianza entre unos y otros. Sirva como ejemplo los problemas que dieron el carácter de su protagonista –la cadena lo prefería más gracioso y amigable-; el modo en que se filmaron los capítulos –se negaron a emitirlo en WideScreem, pese a que Whedon ya había grabado en este formato varios episodios- o el hecho de que, en las numerosas secuencias espaciales, no hubiese ningún sonido ambiente, sino tan sólo acordes musicales de guitarra. En realidad todo se podría resumir en lo comentado más arriba: el conservadurismo de la cadena, que ni siquiera veían con buenos ojos que los protagonistas fueran los “perdedores” de la guerra y aquellos que huían y se rebelaban contra el orden establecido.
Piloto: Serenity
La batalla definitiva de la guerra, aquella que perdió Reynolds cuando era Sargento, tuvo lugar en el valle de Serenity. Así es como se llama la nave del propio Reynolds, que en el espacio, huyendo de la Alianza, consigue hacerse con la carga de una nave abandonada. Sin embargo, lo robado está marcado y es difícil de colocar en el mercado. Los que lo habían contratado reniegan ahora de la mercancía y los tripulantes necesitan el dinero. Por eso se ven obligados, mientras toman la decisión de marcharse a los planetas del borde para poder probar suerte con una nueva venta, a tomar a tres nuevos pasajeros: un predicador llamado Derrial Book (interpretado por Ron Glass), un viajero anónimo y a un estirado doctor con un preciado equipaje, más peligroso de lo que suponen en un principio.
Whedon pone todas las cartas sobre la mesa en este Piloto de dos horas de duración. Todos los protagonistas son presentados y tanto la Alianza, los mundos centrales como los del extrarradio aparecen en pantalla. Durante su metraje tenemos una secuencia de huida de la Alianza marcada por la astucia; una operación a caballo en un planeta desértico o una escapada de una raza caníbal, los Reavers, temidos en toda la galaxia. Pronto uno de las tramas principales es revelada: el doctor Simon Tam (Sean Maher) acaba de rescatar a su hermana River (Summer Glau, Dollhouse) de las garras de la Alianza y se han convertido en fugitivos, lo que hará que el Capitán tenga que decidir si abandonarlos a su suerte, liberarlos o directamente cobrar una recompensa por ellos.
The Train Job
El mafioso Adelei Niska contrata al Capitán Reynolds para que asalte un tren y se haga con un cargamento concreto. En este episodio, escrito y dirigido de nuevo por Whedon, tenemos varias muestras de la amalgama de ideas que supone esta serie. Un miembro de la tripulación es Inara Serra (Morena Baccarin, la actual Anna de “V”) una “acompañante”, una dama de compañía que es usada por Whedon para introducir varios elementos orientales. Inara es una especie de geisha que tiene un acuerdo con el capitán para usar la nave como transporte, ofreciendo al mismo tiempo algo de respetabilidad a la Firefly y facilitando su atraque en muchos puertos espaciales, donde sus servicios son más que deseados. No sólo su vestuario, la decoración de su compartimento o el hecho de que prepare el té nos retrotrae a la cultura oriental –principalmente china- sino que no es raro ver a alguno de los miembros de la tripulación comer con palillos. El propio Reynolds tiene algunas letras chinas decorando sus habitaciones. Es algo que se notaba mucho más en Dollhouse, por ejemplo. Entre Inara y Mal existe cierta tensión sexual no resuelta, algo que se alargará durante toda la serie.
Volviendo a la trama del capítulo, éste comienza de una forma muy graciosa con varios miembros del grupo en un bar de la Alianza el mismo día en que se celebra la Unificación. Tres años hace ya que se perdió la guerra, pero no está de más montar algo de bronca de vez en cuando. El asalto al tren está muy bien contado, un tren de elevación magnética que atraviesa desiertos interminables y que acaba en poblados de mineros, otra muestra más del estilo western. Sin embargo la misión se torcerá en un momento cuando Reynolds y su tripulación se den cuenta de qué están robando y de lo que supone traicionar a un hombre tan peligroso como su contratista.
Bushwhacked
Este capítulo está escrito y dirigido por Tim Minear, el showrunner designado por Whedon para encargarse de la serie completa. La Serenity cae en una doble trampa mortal: al abordar un carguero flotando en el vacío encuentran un único superviviente de lo que parece haber sido una matanza Reaver. Pero algo no encaja: es bien sabido que los Reavers son una peligrosísima raza que ha viajado más allá del espacio conocido, donde olvidaron su humanidad y se convirtieron en caníbales, por lo que nunca dejan supervivientes. En realidad se trata de una trampa para cazar alguna nave que se aventure en busca de botín. La sorpresa de Reynolds es mayúscula cuando en lugar de los depredadores aparece una nave de la Alianza en busca de los dos hermanos fugitivos.
Un hábil episodio que comienza con el tópico de la nave abandonada que esconde un peligro mayor del que se le presupone, para luego virar con sentido del humor hacia los interrogatorios clásicos de este tipo de situaciones, cuando el novato capitán de la Alianza intente esclarecer qué ha ocurrido en realidad. Además profundizamos un poco más en el aspecto de los temibles Reavers, así como en la errática psicología de River Tam, que sigue teniendo alteraciones en su comportamiento al tiempo que parece estar demostrando ciertas capacidades mentales o empáticas. La tensión se puede mascar durante gran parte de su duración.
Shindig
La tripulación de la Serenity vuelve por unos días a Perséfone, uno de los planetas más civilizados donde pueden buscar algún que otro trabajito. Kaylee Frye (interpretada por la actriz canadiense Jewel Staite) es la mecánica de la nave. Su carácter jovial y su cara risueña hacen que sea querida por todos, aunque a veces su capitán tenga que apretarle las tuercas. En el capítulo que nos ocupa, Kaylee podrá cumplir su sueño de asistir a una fiesta de la alta sociedad, acompañada de Mal, que en el fondo está buscando a un cliente con el que le han avisado podría hacer buenos negocios. En plena celebración se cruzan con Inara, que está a su vez acompañando a un caballero que no resulta serlo tanto, lo que provocará un altercado con el capitán que sólo puede dirimirse en forma de duelo.
Safe
Para finalizar un trabajo, la Serenity se ve obligada a parar en uno de esos planetas de las afueras recientemente terraformado. Mientras acaban sus negocios las cosas acaban torciéndose y el pastor recibe un tiro que lo acerca a la muerte. Es entonces cuando se dan cuentan que tanto Simon como su hermana han sido secuestrados y llevados a un poblado donde les falta gente que sepa de medicina. Posiblemente el capítulo más flojo de los que llevamos, apenas muestra un poco del pasado de los dos hermanos y de las nuevas capacidades psíquicas de River. También aporta un ligero apunte sobre el pastor Book, el cual posee ciertos lazos ocultos con la Alianza.
Our Mrs. Reynolds
Esta vez el trabajo consiste en liberar una población de un grupo de bandidos que la atemorizan. En las posteriores celebraciones Mal acaba casado por error con Saffron (Christina Hendricks, el pibón de Mad Men), una mujer a la que no conoce. Obligado a llevarla en la nave, Saffron se convertirá en la perfecta esposa sumisa, algo que el resto de la tripulación no sabe cómo encajar. Sin embargo la desconocida mujer guarda un as bajo su manga. Vuelve Whedon a escribir un capítulo y se nota en que el sentido del humor del mismo mejora mucho, así como la historia, muy entretenida y adictiva. De hecho, el personaje de Saffron volverá a aparecer varios capítulos después.
Jaynestown
Jayne Cobb (Adam Baldwin, que no forma parte de los cuatro hermanos Baldwin más conocidos) es uno de los miembros de la tripulación de la Serenity. Forma parte del núcleo duro del equipo: es un tipo duro no muy listo que adora las armas, carece de todo tacto y su única ambición es el dinero. A lo largo de la serie tendrá sus más y sus menos con el capitán, sobre todo por culpa de sus modales y de su forma de tratar a los nuevos miembros, el médico y su hermana. En este capítulo es necesario realizar un trabajo en un planeta regido por un cacique que vive de la arcilla, por lo que la sorpresa es mayor cuando descubren que en sus pasadas aventuras en la ciudad Jane se convirtió en una especie de héroe del pueblo al que todos veneran y añoran.
Out of Gas
Uno de los mejores capítulos de la serie, tiene de nuevo a Tim Minear a los guiones y dirige esta vez David Solomon, que se ha ocupado de capítulos de Dollhouse o de la nueva versión del Coche Fantástico. Un Mal Reynolds malherido y moribundo se encuentra sólo y abandonado en una Serenity a la deriva. Mientras intenta llegar no se sabe a dónde se nos cuenta en paralelo tanto los hechos que lo han traído a esta difícil situación como continuos flashbacks sobre cómo fue reclutando uno a uno a su tripulación.
Ariel
Otro gran episodio. Ariel es un planeta central de la Alianza y la Serenity efectúa una parada obligatoria para proveer a Inara de clientes. Desesperado, Simon propone un plan brillante: si le ayudan a introducir a River en el hospital central de la capital para realizarle unas pruebas básicas para averiguar su condición médica y qué fue lo que los médicos de la Alianza le hicieron, les proveerá con toda la información necesaria para hacerse con una serie de cargamentos medicinales que en el mercado negro alcanzan precios desorbitados. Un gran plan seguido de una ejecución exquisita y la aparición de lo que más aterra a River: los hombres de las manos azules, tan sanguinarios como fríos y calculadores.
War Stories
Seguimos a buen ritmo con la historia. Zoë (Gina Torres) peleó en la guerra con su capitán y lleva desde entonces a sus órdenes. Cuando Reynolds se hizo con la Serenity ella fue el primer miembro de la tripulación. Poco tiempo después se casó con Wash (Alan Tudyk, Alpha en Dollhouse, El tren de las 3:10, Yo, Robot), el piloto contratado por Mal para volar la nave. El hecho de que Mal y Zoë vayan siempre juntos a las misiones empieza a molestar a Wash, justo en el peor momento: cuando el gangster Adelei Niska ha vuelto y por fin a conseguido echarle el guante a Reynolds.
Trash
Saffron vuelve a aparecer en escena tras el desagradable encuentro de la última vez con la tripulación de la Serenity. Pero esta vez trae un plan bajo el brazo: el robo de un arma antigua de gran valor. Y no puede hacerlo sola. De nuevo un trabajo por hacer, un gran robo esta vez, con un aliado del que nadie se puede fiar. Muy gracioso tanto su comienzo como su desenlace. Por desgracia la serie se encuentra en su recta final y ya tan solo restan tres capítulos para su final.
The Message
Whedon a los guiones y Minear tras la cámara para narrar una curiosa historia que comienza en el pasado de Mal y Zoë cuando combatían en la guerra: por sorpresa reciben un ataúd de uno de sus antiguos camaradas, el cual les deja como último deseo que lleven sus restos a casa con su familia. Pero una nave de Federales lo busca desesperadamente. Quitando una hábil persecución aérea, el episodio cojea un poco.
Heart of Gold
Uno de los episodios más western de toda la serie y de los más entretenidos: los miembros de la Serenity tendrán que proteger a un grupo de prostitutas de los continuos ataques del cacique del lugar (por cierto, el Demonio de Ojos Amarillos en Supernatural), que quiere a toda costa llevarse a uno de ellas que está embarazada. Momento decisivo en la relación entre Mal e Irana.
Objects in Space
Se reserva Whedon la autoría completa del último episodio de la saga –al menos en su versión televisiva, ya que años después Whedon ha sido capaz de continuar la historia a través de otros medios, como el cómic y el cine-. Un cazarecompensas ataca la Serenity e inutiliza a todos sus tripulantes en busca de River. El ataque llega en un momento en el que las dudas del equipo sobre el comportamiento de la chiquilla –y de su peligrosidad o no- son mayores que nunca, ya que no pueden negar por más tiempo las características especiales que posee. Buen episodio en sí mismo, pero no es para nada un final programado y deja absolutamente todos los cabos sueltos, quedando los aficionados completamente colgados.
Valoración personal
Firefly pudo haber sido una serie buenísima. O tal vez no. Las exigencias de la cadena fueron tan grandes que no me atrevo a afirmar qué era exactamente lo que quería realizar Whedon. En sí misma el planteamiento es original así como el lugar donde se desarrolla, un futuro lejano del que apenas sabemos nada excepto que ha habido una guerra y que ahora se ha reinstaurado la paz. Los protagonistas son una serie de ex soldados y civiles –un médico, una mecánica, una acompañante, un pastor religioso- que prefieren vivir sin ataduras y libres del control gubernamental, aunque eso signifique muchas veces alejarse de lo estrictamente legal. La única pega que le veo a Firefly es que ese equilibrio entre propuesta seria y comedia se decanta muchas veces hacia un lado u otro y al final no hace más que confundir. El ejemplo más claro es su protagonista: Mal Reynolds es un veterano de guerra simpático y de buen corazón, que sin embargo no duda en tirar de gatillo cuando lo necesita. Es capaz de volarle la cabeza a alguien, tirar a un matón directamente en una de las turbinas de su nave o robar en un hospital. Sin embargo protege al débil cuando cree que debe hacerlo y procura aceptar trabajos que no vayan en contra de sus convicciones. Hasta aquí todo bien, pero en algunos capítulos se estira demasiado la cuerda. Cuando Mal es capturado y torturado hasta la extenuación, lo lógico hubiese sido que se tomara justa venganza, no que soltara un chascarrillo y a otra cosa. A veces, la serie parece demasiado suave, demasiado graciosa. Muy blanda.
Pero en el fondo tengo que admitir que la mezcla western-espacio, aunque a veces esté cogida por los pelos, me encanta y el sentido del humor vertido en los diálogos también, aunque a veces creo que caen en la niñería, como la pasión de Wash por los dinosaurios. Tiene grandes capítulos auto conclusivos, bien planeados y ejecutados, muchos más que malos. Al final ha quedado como una pequeña parte de la historia de la televisión, una serie de culto que ha triunfado gracias a su venta en DVD y que siempre perdurará en ese formato, ya que tanto Whedon como la FOX no están por la labor de continuar con ella, pese a lo mucho que quedó por contar.
A ver si me animo y continúo este post hablando de Serenity, la película con la que Whedon cerró varias de las principales tramas de su personal universo, varios años después de la finalización de la serie.






















La mejor serie de ciencia ficción de la historia de la televisión, es increíble lo que consiguió crear Whedon en 13 episodios y lo bien desarrollados que estuvieron todos los personajes en tan poco espacio.
ResponderEliminarLa verdad es que es una de mis favoritas. Inexplicable su cancelación, sólo achacable a la política de la cadena.
ResponderEliminarNo se si será la mejor de la historia, pero ahí estará junto con Babylon 5 y con la nueva Battlestar Galactica.