Sean Walker es un joven programador informático que trabaja por libre y que se ve envuelto en una conspiración cuando su novia es secuestrada con el propósito de obligar al padre de ésta a pilotar un avión de pasajeros con el objetivo de cometer un atentado terrorista. Hasta aquí nos vemos dentro del thriller político, pero The Event pronto cambia de tercio cuando no sólo se revela que el objetivo principal es el presidente de los Estados Unidos Elias Martinez –un presidente cubano en la Casa Blanca- sino que instantes antes de que el avión se estrelle, éste desaparece en medio del cielo de forma misteriosa con todos sus pasajeros abordo.
Creada por Nick Wauters para la NBC (Kings, El coche fantástico) –que también estrena esta temporada Undercovers- recuerda mucho a una serie escrita anteriormente por el mismo autor: Los 4400. Y es que el atentado no tenía otro objetivo que silenciar al presidente, que en ese momento se disponía a revelar al público uno de los secretos mejor guardados por el gobierno norteamericano desde la II Guerra Mundial: que un objeto volador no identificado se estrelló en Alaska con una serie de personas dentro, en apariencia seres humanos –pero sólo en apariencia- y que han sido recluidos desde entonces en una instalación secreta situada en las profundidades del Monte Inostranka.
No hay que dejar de lado tampoco cierto regusto a Flashforward, la última tentativa acabada en fracaso de producir una serie al estilo de Perdidos. Y es que la forma de contarlo hace uso continuo del flashback, para mostrarnos hechos acontecidos en el pasado, relevantes para lo que se está contando en el momento. Así, la historia no se nos cuenta de forma lineal y en especial el Piloto, que me ha parecido muy acertado aunque incurra en varios de los defectos de sus predecesoras: si bien se cuentan muchas cosas, faltan explicaciones, como por ejemplo como consigue Sean colarse en un avión con una pistola. Sólo espero que hayan aprendido de los errores del pasado y las cuestiones planteadas vayan resolviéndose poco a poco pero sin pausa, al menos las importantes para entender la trama, que se divide entre las peripecias de Sam por encontrar a su novia y los movimientos de la CIA y del presidente en su negociación con los responsables de los extraños sucesos que tienen lugar.
A mí personalmente este tipo de propuestas me gustan, aunque reconozco que son difíciles de tratar ya que se cae muy fácil en el riesgo de abrumar y aburrir al espectador, como le ocurrió a la serie protagonizada por Joseph Finnes. De momento en sus cuatro primeras emisiones, The Event no está nada mal, es entretenida y bien realizada, una mezcla entre ciencia-ficción, acción, misterio y conspiraciones paranoicas por parte de agencias superpoderosas.
Jason Ritter como Sean Walker; Sarah Roemer como su novia Leila en su debut en televisión y los secundarios Ian Anthony Dale (Dollhouse) como un agente de la CIA; Taylor Cole como la encargada de secuestrar a Laila (Heroes); Zeljko Ivanek (True Blood, Heroes) como el máximo responsable de las agencias de seguridad estadounidenses, a las órdenes del presidente, al que da vida Blair Underwood.
Le daré una oportunidad a esta serie, cuyo principal objetivo es no aburrir a la audiencia con misterios irresolubles que se alarguen demasiado. Si consiguen ir soltando la información en dosis adecuadas –luego ya nos preocuparemos si ha valido la pena o no- puede que les funcione donde otras fracasaron.
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