Chloe, de Atom Egoyan

Julianne Moore (A ciegas) y Liam Neeson (El equipo A, Furia de titanes, Crónica de un engaño) son un matrimonio algo aburrido con un adolescente en casa con el que se llevan, pero poco más. Él trabaja mucho como profesor y siempre está disponible para sus alumnos, incluso en su casa. Ella es ginecóloga y empieza a sospechar que su marido pueda tener una aventuraron alguien más joven, algo que se acentúa cuando a su propia fiesta de cumpleaños falta misteriosamente. Por casualidad se encuentra con Chloe, una joven muy guapa a la que da vida una sensual Amanda Seyfried (Cartas a Julieta) que trabaja como prostituta o acompañante, no lo tengo muy claro. El caso es que Chloe es contratada para seducir al marido y pasarle los detalles de su infidelidad a la esposa.

Un drama bastante autocontenido donde el mayor peso lo lleva Julianne Moore como madre ignorada y mujer despechada. Aunque en un principio la trama parece clara, pronto las cosas se van poniendo más intensas, dando un giro hacia el thriller, sobretodo en su parte final, que queda algo descompensada y no muy clara.

Es una película que se estrenó en Estados Unidos el año pasado –de hecho, la siguiente película de Amanda Seyfried ya se ha estrenado en España hace unos meses- y ya sabemos que cuando tardan tanto es que no se decidían, debido a su más que dudosa recaudación en taquilla. Y es que por momentos parece que Chloe va a ser algo diferente, pero acaba en nada, dejando la interpretación de Moore como lo único a destacar.