Este director británico se encarga del guión y dirección de esta desesperante película de terror –ya había hecho sus pinitos en la segunda parte de The Descent, pero aquí le sale todo mejor- en la que una pareja que solo espera pasar un fin de semana romántico a orillas de un lago se ven perseguidos por una panda de adolescentes a cada cual más loco.
Watkins va haciendo que el espectador vaya metiéndose poco a poco en la historia, incrementando la tensión gradualmente hasta que revienta en la pantalla y se desarrolla una carnicería con persecución en el bosque incluida que no deja indiferente a nadie. Los protagonistas son Kelly Reilly –que interpretaba a la prometida de Watson en el último Sherlock Holmes- y Michael Flassbender (Jonah Hex, Centurión, Malditos bastardos) más un variado grupo de adolescentes a cada cual más inquietante, cada uno de ellos con sus diferentes personalidades.
Estamos ante una película muy digna de terror diferente, de esas ambientadas en la realidad –ya adelanto que no hay nada de paranormal en la trama ni en el comportamiento de los niñatos, de hecho el final de la película, que es muy bueno, muestra un paralelismo de lo más interesante- que te dejan con mal cuerpo y ésta en concreto es muy intensa, con algún que otro momento de lo más bestia. No estamos, por lo tanto, ante una historia tópica de adolescentes descerebrados corriendo semidesnudos por el bosque.
Esta película del año 2008 se hizo con el Premio especial del Jurado en el Festival de Sitges de ese mismo año. La verdad es que es una buena historia de terror que partiendo de un planteamiento algo tópico, que sin duda es lo peor de la película, luego se reinventa a base de tensión y brutalidad, llegando a un desenlace brillante. Que yo sepa, no se ha estrenado en España ni es posible adquirirla en DVD en nuestro país, pero puedo equivocarme. Y mientras, aquí se siguen estrenando remakes innecesarios y bazofias varias.



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