John Luther es un policía veterano de Londres con una capacidad única para meterse en la piel de los más variopintos asesinos. Su poderoso intelecto y su resolución lo hacen el policía ideal para una Unidad de delitos especiales. Sin embargo su fuerte carácter, la violencia latente que lo rodea y su tendencia a la obsesión no lo hacen el mejor candidato ni siquiera para portar una placa –en eso se basaron, precisamente, para elaborar el trailer de la segunda temporada, justo aquí-.
En su primera aparición –reseñada aquí-, Idris Elba (The Wire, Los perdedores, Thor) hizo suyo a un personaje complicado, siempre en el borde del abismo, absorbido por su trabajo y a punto de perder lo que más quiere en el mundo: al amor de su vida tras 18 años de matrimonio. Lo mejor sin duda de esos 6 primeros capítulos fue la extraña relación que establecía, a medio camino entre la amistad y la necesidad, con una psicópata asesina llamada Alice e interpretada por Ruth Wilson (la miniserie de El prisionero).
Luther me recuerda en cierto sentido a True Blood. Salvando las distancias, ambas series no acaban de ser reconocidas como muy buenas, sin embargo han gustado a los aficionados. Y al igual que la serie creada por Alan Ball, Luther pega un bajonazo muy grande en su segunda temporada. Y es que otro rasgo común que comparten ambas producciones es que son muy descabelladas y de tan exageradas rallan la parodia.
Ahora John Luther ha perdido parte de esa fuerza que lo caracterizaba, sustituida por una gran melancolía y por tendencias suicidas. El asesinato de su esposa a manos de su mejor amigo, un policía corrupto; la degradación en el cuerpo de sus compañeros de trabajo por ayudarle y la encarcelación de Alice en un instituto mental le han dejado completamente solo. La aparición de un nuevo psicópata hará necesaria su vuelta al trabajo, por lo que podrá de nuevo formar a su equipo –en el que se encontrará la actriz Nikki Amuka-Bird, que tenía un papel destacado en Survivors-.
En estos cuatro episodios, pensados originalmente como si de dos telefilmes se tratase, podemos encontrar dos rocambolescos casos policiales y una trama de fondo que los une, mucho más interesante en cuanto que toca personalmente a Luther, ya que lo forzará a cuidar de una joven adolescente perseguida por una extraña organización proxeneta, o algo parecido.
Como ya he dicho antes, esta temporada es mucho peor que la anterior pero tiene un toque especial –sobre todo por la actuación de Elba- que la hace entretenida, pese a lo desmedida que es. De hecho, la solución al último criminal es de lo más delirante que he visto en mucho tiempo. Eso también le aporta un toque gracioso. Pero lo que no les perdono es no haber sacado más partido de Alice, que se merece un spin-off para ella sola.
Que por cierto aquí no hay cliffhanger, así que la continuidad de la serie está más en el aire que nunca.




Luther fue una lástima, por tener tan sólo cuatro episodios, por dejar de lado a Alice Morgan. La hicieron demasiado corta para tanta expectación.
ResponderEliminarAlice debió seguir ayudando a Luther, aunque así fuera matando gente para protegerlo, en fin...
Sí, la verdad es que la segunda temporada sabe a poco, parece otra serie.
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