Jane Timoney es una ruda detective de homicidios que acaba
de llegar a un nuevo departamento en la ciudad de Nueva York. A su carácter
fuerte y decidido, que no le ayuda precisamente a simpatizar con sus colegas,
se le une las dificultades de triunfar en un mundo de hombres, donde muchos de
ellos directamente la desprecian.
Lynda La Plante es una escritora inglesa que triunfó en su
país con una serie protagonizada por Helen Mirren y de mismo nombre, que
aprovecha ahora la NBC para recuperar y presentar la versión americana, entre
cuyos principales responsables se encuentran Alexandra Cunningham (Mujeres desesperadas) y Peter Berg, que también
ha dirigido algún episodio, como ya hiciera en Virtuality o en Friday Night
Lights.
La principal baza de la serie británica, que estuvo varios
años en antena, era la presencia de Helen Mirren y su rol protagonista. De esa
forma, la versión americana ha elegido a Maria Bello (The Company Men) que se luce en un papel de tipa dura, brillante en
su trabajo pero con cierto deje a la hora de tratar a sus semejantes, tanto sus
compañeros detectives, a los que tendrá que ganarse, como a aquellos que
participan de su caótica vida privada. Bello se convierte en el centro de
atención de un procedimental policíaco atípico, donde se resuelve un caso en
cada episodio pero que presta cierto detalle a la vida dentro del departamento
de homicidios, donde podemos encontrar actores como Kirk Acevedo (otra vez de
policía tras su paso por Fringe) o
Aidan Quinn (Sin identidad) como el
teniente del departamento.
La serie está entretenida y tiene un cierto tono realista
–cámara en mano, diversas situaciones, diálogos- que la hace más creíble.
También podemos encontrar espacio para el sentido del humor en algunas
situaciones; pero la verdad es que, tras seis episodios emitidos la NBC todavía
no se ha decidido a concederle la temporada completa. Veremos en qué queda la
cosa.


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