Una biografía cercana y amable de
una de las figuras más importantes de la historia del cómic norteamericano,
cuyas creaciones han llegado a lo más alto de la industria del ocio a nivel
mundial y que hoy en día viven un peculiar resurgimiento debido al tremendo
éxito cosechado por las versiones de Hollywood.
El autor no es ajeno a la cultura
popular norteamericana ni al mundo del cómic, ya que ha publicado abundantes
artículos y varios libros sobre el tema. Su anterior obra, también publicada en
la editorial Dolmen, titulada La explosión Marvel, se centró en un
momento concreto de una de las principales compañías de cómic de Estados
Unidos, donde también trabajó Kirby.
Ahora se centra en esta figura fundamental del medio para narrarnos su
vida, desde el punto de vista profesional pero sin renunciar a sus vivencias
personales más importantes, a las decisiones que se vio obligado a tomar y
contando con los testimonios de aquellos que lo conocieron, en especial su
mujer Rosalind y algunos de los colaboradores que tuvieron la suerte de
compartir estudio con él, muchos de ellos grandes artistas de la industria,
como Joe Simon o John Romita.
El libro está estructurado en una
serie de capítulos que siguen su vida de forma cronológica, intentando arrojar
luz sobre las etapas más oscuras y dejando de lado la polémica sin sentido que
le ha perseguido en muchas ocasiones, debido a su enorme creatividad, a su
lucha por la independencia de su trabajo y a las batallas legales que libró con
Marvel por los derechos de autor y
por la propiedad de las miles de páginas que produjo en un momento de
creatividad inigualable. Al igual que otras publicaciones de la editorial, este
volumen contiene abundantes ilustraciones en blanco y negro, orquestadas de esa
forma tan peculiar que caracteriza a Dolmen,
dividiendo la página en dos columnas, una más grande para el texto, situada en
el interior de la página y otra más pequeña hacia el exterior que contiene las
ilustraciones, fotografías y portadas de la época, con sus correspondientes
leyendas. Si acaso destacar la tapa dura, que ha venido a sustituir a la
tradicional en plástico.
Kirby se crió en una familia
humilde y de clase obrera y salir de ese estrato de la sociedad, fundar una
familia y acceder a la clase media siempre fue un anhelo que persiguió toda su
vida y que acabó consiguiendo, tras años y años de arduo trabajo como dibujante
de cómic, aunque también trabajó en tiras de prensa y en la animación, sobre
todo al final de su carrera cuando estaba cansado, desanimado y su vista se
resentía de tanto esfuerzo. Sus inicios en las principales editoriales contienen
grandes momentos, sobre todo cuando va encontrándose con otras personalidades
que el aficionado al cómic no tiene problema en reconocer, incluso aunque en
aquella época todavía no hubieran logrado el reconocimiento de la industria:
Will Eisner, Gil Kane, John Romita, el joven Stan Lee, Martin Goodman, Jim
Steranko y un largo etcétera.
Más allá del gran éxito del
Capitán América, Kirby y Simon consiguieron grandes logros en otros géneros
como el romántico y ni siquiera la II Guerra Mundial –donde el dibujante
desarrollaba peligrosas misiones de reconocimiento, debido a su habilidad para
trazar mapas y donde casi pierde por congelación sus pies- pudo truncar una
carrera que todavía tenía mucho que mostrar al mundo, algo que conseguiría años
después con su vuelta a Marvel y su
unión a Stan Lee. La polémica que rodea a estos dos está tratada como es
debido, aportando datos reales y opinando solo cuando es necesario, llegando a
conclusiones concretas y demostrando una gran imparcialidad. Las posibles
influencias de Kirby a lo largo de su vida también están aquí recogidas y son
de lo más estimulantes.
Conforme crecía la familia de
Kirby también lo hacía su fama y pasaremos por sus etapas en DC, en otras editoriales y su vuelta a Marvel; su posterior retirada, sus
batallas legales, etc.
El trabajo de documentación es
enorme y se agradece la atención a aquellas otras obras del autor más allá de
sus personajes más conocidos, aquellos que desarrolló en Marvel y DC y que mejor
han sobrevivido hasta ahora, gracias a la enorme maquinaria de ambas
editoriales. No solo participó en la Golden
Age, sino que fue pieza fundamental de la Silver Age, a la que contribuyó como uno de sus mejores exponentes.
Es por eso que este libro no solo nos habla de El Rey, sino de la época que le tocó vivir y del mundo del cómic en
el que desarrolló toda su actividad personal, que fue cambiando a lo largo de
las décadas y del que tenemos grandes ejemplos: las tendencias del público; los
experimentos en la publicación y distribución; los grandes nombres editoriales;
el nacimiento de las Convenciones, etc.
Este King Kirby es un trabajo magnífico: una biografía entretenidísima
de uno de los más grandes artistas del cómic, futuro objeto de consulta
indiscriminada cada vez que se relean los cómics del maestro. Su presentación
en bonita, facilita la lectura y posee muchas ilustraciones. Es difícilmente
mejorable. Completa además el tomo, aparte del abundante material de consulta
utilizado, una relación con todos los cómics que publicó Jack Kirby.
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