miércoles, 7 de mayo de 2014

El Príncipe. Primera temporada



Le ha salido muy bien a Telecinco este policiaco que  más allá de la difícil relación entre caracteres opuestos que tienen que colaborar en el lado de la ley o la imposible historia de amor entre dos mundos tan diferentes como pueden ser el cristiano y el musulmán, tiene un punto original, ya que no se trata de resolver un caso concreto a lo largo de toda la temporada, sino de la misión de un agente encubierto del CNI que busca desactivar una célula terrorista en el barrio ceutí de El Príncipe, junto a la frontera marroquí, que se dedica a captar a los jóvenes del lugar, contando además con la colaboración de la policía corrupta.

El Príncipe funciona muy bien a nivel de guión, con una historia de acción y suspense que no da respiro al espectador en ningún momento, sin caer en los golpes de efecto facilones. Al menos mientras se mantiene centrado en la investigación policial, algo prácticamente imposible con capítulos de tanta duración. Los guionistas se ven obligados a dar minutos a diferentes tragedias personales de los protagonistas, algunas mejor llevadas, como todo lo relacionado con el hijo fallecido del personaje interpretado por José Coronado (No habrá paz para los malvados) y otras algo peor, como la relación romántica entre Fátima y Morey, que da demasiados bandazos. También hay que reconocer el esfuerzo por hacer cada capítulo interesante por sí mismo, equilibrando las tramas principales con otras secundarias y acabándolos con buenos cliffhangers. Los mejores son aquellos donde prima la acción y el suspense, que en general está bien resuelto, gracias sobre todo a un apartado técnico más que correcto, donde resaltan los cromas, realizados por una empresa norteamericana. También merece la pena destacar el auge de los making off, que se suelen emitir antes y después de cada capítulo, con abundantes testimonios y entrevistas con los actores, productores, guionistas y consultores.

La relación policial entre Morey y Fran es de lo mejor, aunque a Álex González le cuesta horrores estar a la altura de un carismático José Coronado, que hace suyas todas las escenas. Peor parados sale la familia Ben Barek: ni Hiba Abouk demuestra la menor química con su enamorado ni Rubén Cortada aporta nada más allá de su físico de modelo, convirtiéndose en uno de los grandes bluf de esta primera temporada, con un personaje al que se le ha sacado muy poco provecho.

La audiencia ha respondido bien y no ha tenido rival en la noche de los martes. No acabé muy convencido de que anunciaran una nueva temporada para el año que viene, creo que le habría venido bien un cierre más definido, pero agradezco que se centraran en una de las tramas con las que se comenzó todo, la desaparición del hermano pequeño captado por la yihad. Lo mejor que se puede decir de El Príncipe es que es una serie entretenida y bien hecha, con buenos giros en su historia, que sufre un poco por su excesivo metraje y la falta de química de alguno de sus actores protagonistas. 

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