Civil War, de Alex Garland

 

A24 es una de las productoras independientes del momento. En poco más de diez años se han hecho un hueco en el circuito de premios anuales. Han conseguido ganarse a buena parte de la crítica y tienen en su haber varios títulos que han funcionado muy bien en taquilla en diferentes géneros. Ya en 2015 le produjeron a Garland su debut tras las cámaras con la estimulante Ex Machina, que tocaba un tema de la ciencia-ficción hoy en día de rabiosa actualidad: la inteligencia artificial. Hace un par de años volvieron a trabajar juntos en la desconcertante Men, donde el británico jugó con géneros como el folk horror. 

Civil War ha sido todo un éxito, igual no tanto en la taquilla –que ha recuperado de manera holgada, pero sin estridencias- como en repercusión mediática, sobre todo en Estados Unidos. Y con razón, ya que la historia que plantea el Garland guionista, con tintes distópicos, transcurre en un ambiente bélico en clave realista en propio territorio norteamericano, en medio de una guerra civil que se encuentra ya en sus últimos estertores. 

Los protagonistas de la historia no son militares, sino periodistas de guerra en busca de la mejor foto, de la mejor entrevista; en un viaje por carretera desde Nueva York a Washington DC, donde el frente se mantiene. La película también podría enmarcarse dentro del género de las road movies o incluso de esas películas en las que un joven y ambicioso profesional medra a la sombra de su ídolo. Civil War se convierte así en un drama bélico donde el Garland director entrega lo mejor de sí mismo –con excepción de Dredd, que las malas lenguas siempre dijeron que no solo escribió, sino que acabó sustituyendo al director elegido-, que va de menos a más y que atesora algún que otro momento brillante repartido entre su ajustado metraje, como esa tensa escena que tiene al actor Jesse Plemons (El poder del perro) como principal protagonista, dueño de los mejores diálogos de toda la película. 

Kirsten Dunst siempre ha sido una actriz valiente y aquí está fenomenal, realizando un grandísimo trabajo. A su lado palidecen las actuaciones de Wagner Moura o la joven Cailee Spaeny. También me ha llamado la atención el uso tan apropiado de las canciones que componen la banda sonora en contraposición con un apartado de efectos sonoros muy cuidado, que en verdad hace que merezca la pena el visionado de la película en una buena sala de cine. 

Civil War es una de las películas del momento, de las que todo el mundo está hablando y de las que sirven para atraer gente a los cines. Garland no parece muy interesado en ofrecer un contexto demasiado elaborado al espectador, lo que también ha generado cierto rechazo. Esa ambigüedad podrá gustar a algunos, pero también es cierto que el británico evita llevar la película más allá, quedándose en la superficie del conflicto, lo que provocará el desinterés de muchos otros. Lo único cierto es que nunca vino mal cierta base de polémica para promocionar una película y a Civil War seguro que le ha ayudado bastante.

Kirsten Dunst en una escena de Civil War