Desde que Marvel decidió aplicarlo en su franquicia, se han perdido los
números que nos indicaban en el título en cuál de las secuelas nos
encontrábamos. Puede que no fueran los primeros en aplicar este cambio, pero sí
que han sido los que lo han popularizado, siendo la cifra sustituida por un
subtítulo, en este caso Resurrection,
que poco o nada aporta a la trama.
The Mechanic, estrenada en 2011, narraba la historia de un asesino
a sueldo especialista en disfrazar de accidentes fortuitos las muertes de sus
víctimas. Hasta que es engañado y forzado a matar a su mentor y mejor amigo, lo
que le lleva por un camino de remordimientos y redención. Una historia tópica y
típica de acción que no quedaba precisamente en el recuerdo. Pero en esta
fiebre de secuelas en la que vive Hollywood en la actualidad ha propiciado que
Jason Statham (El protector, Redemption,
Transporter 3, Los mercenarios 3, 13, Death Race), empeñado en seguir
protagonizando continuas escenas de acción, muchas veces la misma, cuando yo
creo que tiene carisma para aspirar a otro tipo de papel diferente, vuelva a
interpretar al protagonista.
La historia la hemos visto ya
muchas veces: la del especialista que vive retirado de su trabajo y que es
forzado a volver en contra de su voluntad. Su objetivo es acabar con la vida de
tres importantes criminales a lo largo y ancho del globo, lo que da la
oportunidad al espectador de visitar una serie de localizaciones exóticas, como
Río de Janeiro, Sídney o la costa tailandesa. El problema es que la trama va
desarrollándose a salto de mata y lo que va ocurriendo no acaba de tener ningún
sentido, aunque las misiones que tiene que completar el protagonista tengan un
punto exagerado y loco.
Al final queda un producto más
del montón, entretenido a ratos y olvidable al cien por cien. Para darle un
poco más de empaque figuran en el reparto caras conocidas como las de Jessica
Alba (El demonio bajo la piel, Machete),
como mujer del héroe a la que rescatar, totalmente intercambiable; Michelle
Yeoh como su único apoyo y un breve papel de un Tommy Lee Jones (Lincoln, Capitán América, The Company Men,
En el centro de la tormenta) en horas bajas, en uno de esos papeles
ridículos que hace de vez en cuando.




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