1993 fue el gran año en la carrera de Jane Campion, una de las pocas mujeres que han sido nominadas al Oscar en la categoría de Mejor Directora. Fue el estreno de El piano, su película más famosa hasta el momento y con la que ganó la Palma de Oro en Cannes y el Oscar a Mejor Guión Original –la película además se llevó otros dos Oscars a casa, los correspondientes a Mejor Actriz Protagonista y Secundaria-.
Casi treinta años después, de nuevo uno de sus trabajos se ha situado entre lo mejor del año, con alguna que otra coincidencia con el pasado: de nuevo se trata de una coproducción internacional sin participación americana rodada en la Nueva Zelanda natal de la directora, que vuelve a encargarse de la escritura del guion y de la dirección de los actores –la historia adapta una novela de Thomas Savage, escritor norteamericano que basó buena parte de su carrera literaria en el género del western-.
Kodi Smit-McPhee y Benedict Cumberbatch en El poder del perro |
También ha cosechado muy buenas críticas allí donde se ha estrenado, incluyendo el Festival de Venecia, donde se hizo con el León de Plata a Mejor Directora. Y aunque ha sido Netflix la encargada de su distribución internacional, ha tenido un pequeño estreno en salas estadounidenses con el objetivo de ser seleccionable para los Oscars, ya que en los Globos de Oro parte como una de las favoritas en la categoría de drama –la plataforma se ha convertido en el mejor refugio posible para el western, con películas más movidas como la reciente blaxploitation Más dura será la caída o los últimos trabajos de reputados directores como los hermanos Coen, que en 2018 estrenaron La balada de Buster Scruggs, o Paul Greengrass, que el año pasado dirigió Noticias del gran mundo-.
Campion rueda un western atípico en cuanto a que, si bien la ambientación no deja lugar a dudas al estar situada en 1925 en un rancho de Montana, sus intereses van más por el drama de personajes antes que por los arquetipos más reconocibles del género, como pueden ser los tiroteos o las persecuciones a caballo.
Jesse Plemons y Kirsten Dunst forman un ¿feliz? matrimonio |
Eso sitúa a El poder del perro en la línea de ejemplos recientes como Brokeback Mountain o El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford, donde más allá del pastoreo y la cría de reses hay poco que lo identifique con los clásicos históricos de Hollywood o las nuevas versiones, mucho más movidas, que están llegando en los últimos tiempos a las diversas plataformas.
La vida de los hermanos Burbank da un giro radical cuando George (Jesse Plemons) se enamora y se casa con la viuda Rose Gordon (Kirsten Dunst), a la que traslada al rancho familiar, donde no tardará en enfrentarse a Phil (Benedict Cumberbatch), convencido de que están mucho mejor solos y de que a la nueva esposa de su hermano solo le interesa su acomodada posición.
Los grandes espacios de Montana son, en realidad, los de Nueva Zelanda |
Por si todo esto no fuera suficiente, Rose tiene un hijo, Peter (Kodi Smit-McPhee), algo apocado, cuya naturaleza choca de frente con las rudas maneras de la vida del vaquero, convirtiéndose rápidamente en blanco de las burlas de los rancheros.
Apoyada en todo momento en un elenco actoral en estado de gracia, sobre todo por el trabajo de su protagonista –que afronta su cuarta nominación a los Globos de Oro, la segunda en la categoría de cine tras su papel en The Imitation Game (2015)-, que en esta ocasión compone un personaje oscuro y serio alejado de cualquier tipo de histrionismo, Campion va dando salida a una trama que se desarrolla en un paisaje de ensueño donde la fotografía de Ari Wegner y la música de Jonny Greenwood, componente de Radiohead, son en realidad un personaje más de la historia.
Los hermanos Burbank no pueden ser más diferentes –uno es autoritario, el otro mucho más amable- y ni siquiera quieren las mismas cosas ni tienen los mismos intereses. Sin embargo, la influencia de uno sobre el otro es mucho mayor y eso trae graves consecuencia para todos aquellos que los rodean.
Sin duda, Benedict Cumberbatch optará a los premios más importantes de la industria |
Campion va construyendo su historia con un ritmo pausado y hasta contemplativo, mostrando el sufrimiento de sus protagonistas mientras pone de relieve un tipo de relación muy tóxica, aunque se trate de una relación familiar. Llegado un momento de la película, parece que la cosa se transforma en algo diferente, ya que Phil decide tomar bajo su protección y guía a Peter. Al menos hasta un desenlace duro y que resulta ser toda una sorpresa.
Un interesante drama de
personajes que puede echar atrás a los amantes del western más clásico y
tópico, pero que cautivará a aquellos que disfruten de una historia cocinada a
fuego lento, realista, cautivadora y con un giro final del todo inesperado.
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