
En 1900 y justo un año después de escribir su obra maestra El corazón de las tinieblas, el escritor de origen polaco que prefería su tercera lengua para narrar sus historias ficticias llenas de hechos autobiográficos siguió en la senda del éxito con una ambiciosa novela de gran extensión titulada Lord Jim.
Toda la historia gira en torno al joven Jim que da pie al título y a cómo un acto de inenarrable cobardía acabará con su futuro en la marina inglesa y cómo pasará el resto de sus días intentando expiar sus pecados y perdonarse a sí mismo. Durante el juicio que tiene lugar, Jim coincide con la única persona dispuesta a ayudarle y que es al mismo tiempo el narrador de toda la historia: el marino Marlow, viejo conocido en la literatura de Conrad y protagonista –y también narrador- de El corazón de las tinieblas. Marlow pondrá todo su empeño en ayudar a Jim, usando sus influencias y amistades a lo largo y ancho del globo para encontrarle posición y trabajo. Pero Jim no está contento nunca, es inquieto y busca una redención que quizás nunca alcance. Su última oportunidad puede encontrarse en los mares del sur, en Patusan, una remota tierra donde alcanzar su destino.
Conrad recurre a la tercera persona en contadas ocasiones, por ejemplo al inicio de la novela, para cederle la palabra a Marlow, que cuenta la historia como si de verdad se estuviera dirigiendo a un público ávido por escuchar sus narraciones. Conrad consigue este efecto haciendo que Marlow divague en muchas ocasiones y que se deslice en contando la historia de otros personajes que van apareciendo y que tienen algo en común con Jim. Casi siempre es algo que le contaron u oyó en algún momento y en otras ocasiones son sus propias conclusiones: todo para llevar al lector a hacerse una idea del perfil psicológico del verdadero protagonista: un hombre torturado tanto por sus acciones como por las oportunidades perdidas; en continua búsqueda de no se sabe muy bien qué y con un solo amigo o aliado en el mundo. Esto hace que a veces no parezca realista, ya que debido a la larga duración de la novela y a la cantidad de historias dentro de la historia no parece probable que una persona sea capaz de contarlo en un tiempo razonable. Pero dejando aparte tan nimia característica, lo que tenemos aquí es una apasionante novela de aventuras donde el heroísmo tiene un papel determinante en la concepción romántica del mismo, matizada eso sí con severas dosis de realismo.
Queda una gran novela que se puede dividir en dos partes, siendo su primera mitad aquella en las que Marlow narra el proceso judicial contra Jim; cómo se produjeron los hechos en realidad y cómo llegó a trabar amistad con él. La segunda parte trataría del viaje interior y exterior de Jim y de cómo acabará con sus huesos en una tierra olvidada donde deberá enfrentarse a una cultura diferente; a poderosos caudillos y hombres sin escrúpulos y al encuentro final con su verdadero destino. Todo esto inmerso en un mundo donde todos son hombres de mar y el comercio y la expansión del imperio británico estaban en su auge; todo muy bien conocido por Joseph Conrad, de ahí la gran construcción de ambientes y personajes.
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