Desde París con amor, de Pierre Morel

Luc Besson, auténtico revolucionario del cine francés y el único capaz de tratar de tú a tú a la industria americana, vuelve a confiar en Morel para llevar a cabo un guión suyo aplicando los mismos principios que hicieron que su anterior colaboración, Venganza, se convirtiera en todo un éxito tanto en Europa como en Estados Unidos.

Ambas situadas en París, tienen a sus protagonistas procedentes de Estados Unidos –Liam Nesson (Furia de titanes) en la primera; John Travolta y Jonathan Rhys Meyers en esta última-, en una trama de espías que comienza cuando el agregado a la embajada norteamericana en la capital francesa (Rhys Meyers) que trabaja en secreto para su gobierno recabando información o plantando micros, está a punto de sufrir un vuelco en su carrera cuando tenga que hacer de enlace a un agente secreto enviado por su gobierno de métodos expeditivos y violentos (Travolta) que se enfrenta a una organización terrorista pakistaní.

Un sobrado John Travolta, sobreactuado a más no poder pero muy divertido, irá arrastrando por todo París a su nuevo compañero que asiste perplejo a los métodos del espía. Escenas continuas de acción y humor bestia, que junto con una trama simple pero efectiva hacen que el resultado final quede muy entretenido. Las escenas de lucha –persecución en coche incluida- están bien resueltas y se entienden bastante bien. Incluso tiene algunos momentos surrealistas de lo más graciosos, como el continuo viaje del jarrón chino con su apreciable contenido o el momento del bazooka. Se nota que tiene medios y ganas de ofrecer al público un entretenimiento puro y duro, apostando por el sentido del humor absurdo. Esa clase de propuestas que faltan en España y que no acabo de entender muy bien el por qué.