jueves, 27 de mayo de 2010

Legión, de Scott Stewart


Otro encargado de efectos especiales que salta a la dirección. Y como suele ser habitual en estos cambios, la cosa no sale nada bien. En este caso concreto estamos ante una película de acción que aunque pueda tener un planteamiento de lo más clásico –un grupo de personas muy diferentes entre sí tienen que sobrevivir parapetados en una cafetería en medio de ninguna parte mientras unos seres infernales la asedian continuamente para acabar con sus vidas- en realidad es un pastiche de ciencia-ficción plagado de efectos especiales donde un ángel rebelde –no uno cualquiera, sino el arcángel Miguel- interpretado por Paul Bettany –qué bien empezaste y qué bajo estás cayendo, Paul- armado hasta los dientes debe intentar proteger a una mujer embarazada en lo que puede ser la última esperanza para la humanidad. Sobra decir que las criaturas que intentan pasarse por la piedra a todos los clientes de la cafetería –Tyrese Gibson (La carrera de la muerte), Kevin Durand (Robin Hood, Lobezno, El tren de las 3:10), Doug Jones (Hellboy) o el incombustible Dennis Quaid (GIJoe)- son también ángeles enviados por el mismísimo Dios para acabar con su creación más imperfecta.

Aunque hay que reconocer que tiene alguna que otra escena graciosa de ver –la de la vieja carnívora o la del vendedor del carrito de helados- no es más que una sucesión de tiros y explosiones mientras van cayendo uno a uno los humanos hasta que al final tenemos el enfrentamiento que declinará la balanza con el destino de la humanidad en juego.

No ofrece nada salvo entretenimiento barato y puede llegar a aburrir sin ningún problema. Un esperpento.

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