Babylon 5. Tercera Temporada: Punto sin Retorno

El Proyecto Babylon era nuestra última y mejor esperanza de paz. Fracasó. Pero en el año de la guerra de las Sombras, se convirtió en algo mayor: nuestra última, y mejor esperanza – de victoria. El año es el 2260. El lugar: Babylon 5.
Comandante Susan Ivanova

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La idea de una gran historia galáctica de Straczynski continúa con la inclusión de nuevas alianzas, personajes y situaciones. Si la anterior temporada acabó con grandes problemas para los integrantes de la Babylon 5, en esta tercera entrega las cosas van a complicarse mucho y la tan temida guerra va a afectar definitivamente a los integrantes de la estación giratoria, la cual cada vez es más difícil de dirigir por Sheridan. Si su decisión de convertirla en refugio de los acosados Narns ya trajo severos problemas en su relación con la Tierra, la inclusión de un nuevo cuerpo mandado por la Alianza Terrestre empeorará mucho la situación, con un nuevo oficial político enviado para tomar control de la situación. El Cuerpo de los Rangers, bajo las órdenes de Sheridan sigue operando en secreto por lo que uno de sus miembros más importantes se ha convertido en parte esencial de la tripulación de la Babylon 5, por lo que tenemos un nuevo protagonista en la serie, Marcus.

Las crispaciones políticas en la Tierra van en aumento. A estas alturas resulta claro que existe una alianza entre el gobierno terrestre y las Sombras, algo que Sheridan no está dispuesto a permitir. Los continuos ataques relámpago que lleva acabo a bordo de la Estrella Blanca son la excusa que necesita la Tierra para declararse en ley marcial, afectando también a todas sus colonias espaciales. En la Babylon serán los Guardianes de la Noche, una especie de GESTAPO muy en la línea de los cazadores de comunistas americanos de la década de los cuarenta y cincuenta los que tomen el control. Esto provoca que muchos de los militares al mando de cruceros espaciales se revelen contra el presidente Clark, máxime cuando se revela el complot que facilitó el asesinato de su predecesor en el cargo.

Uno de los mayores cambios en toda la serie viene con la independencia de Sheridan y los suyos con respecto a la Alianza Terrestre, convirtiendo la estación espacial en punto de encuentro entre razas libre de toda imposición política. Todo esto mientras los ataques de las Sombras se van intensificando en incontables mundos. La aparición de un viejo conocido, Sinclair, provocará una aventura con viaje en el tiempo incluido que responderá muchas de los misterios formulados desde el mismo comienzo de la serie y planteará otros nuevos, que llevarán a Sheridan a realizar una ofensiva suicida contra sus enemigos en un intento desesperado de cambiar el camino que está tomando el enfrentamiento armado entre diferentes razas.

A las maniobras políticas entre las mencionadas razas, centradas hasta ahora entre los Minbari y sus enemigos se unen las disensiones internas de la Tierra, en plena guerra civil. La serie sufre por lo tanto un incremento en la complejidad de sus tramas, pero está bien llevado y explicado y los cambios importantes se toman su tiempo para ir madurando. Para eso se sirve Straczynski de capítulos de relleno donde se siguen contando pequeñas historias de la estación y de sus habitantes, aunque esta vez son las menos y gana en importancia la gran historia que quiere contar el guionista norteamericano. Eso hace que haya más batallas y naves, más planetas y más acción y efectos especiales y que se incrementen la tensión y la emoción a lo largo de los 22 capítulos de los que consta esta tercera temporada, sin duda la mejor de todas hasta ahora con un ritmo muy bueno y un cliffhanger final muy efectivo. Sigue avanzando a buen ritmo esta serie, de la que ya sólo quedan dos temporadas, spin-off’s aparte.

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