martes, 1 de junio de 2010

El camino, de Jack London


Una de sus obras más tardías, escrita en 1907 –London se suicidaría en su propia casa de San Francisco en 1916, apenas nueve años después- aunque narra hechos de su propia vida que tuvieron lugar cuando apenas contaba con dieciocho años –había nacido en San Francisco en 1876-. Una especie de autobiografía donde el autor narra las peripecias vividas de pueblo en pueblo, viajando de polizón en trenes cuando decidió abandonar su empleo malpagado cuando apenas contaba con dieciséis o diecisiete años de edad y dedicarse a vivir la vida llena de aventuras que siempre había deseado –algo que, con el pasar del tiempo, llegó a conseguir-.

Un vagabundo más en el camino con cierta habilidad para inventar historias que le conseguían un poco de comida e incluso evitar ser arrestado por la policía. El joven London aprenderá a “retener” los trenes, su medio favorito de transporte; conocerá la camaderería entre iguales y llegará a vivir una de las experiencias más duras de toda su vida de aventurero: pasar treinta días en la penitenciaría del condado de Erie. Incluso llegará a unirse a una marcha organizada por más de 2000 vagabundos cuando se aliste en el ejército de Kelly.

A lo largo de estas páginas, el escritor no rehuye aquellas partes de su persona que lo convirtieron en un truhán, en un granuja o en un estafador, dispuesto a todo por seguir adelante en el camino de aventuras que había elegido. No en vano, pese a convertirse en uno de los escritores mejor pagados de su tiempo, no llegó nunca a amasar fortuna, ya que necesitaba de ese dinero para los excesos y viajes que le permitían seguir con su profesión de escritor.

Otra obra de Jack London en este blog: El lobo de mar.

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