miércoles, 2 de junio de 2010

Sonámbulo y otras historias, de Adrian Tomine


Tomine es un autor completo norteamericano (Sacramento, California) que en 1994 comenzó a publicar un cómic de creación propia llamado Optic Nerve que duró hasta finales de 1997. Los primeros cuatro años de esta serie han sido recopilados bajo el título que da nombre a este post y que ha editado en España Ediciones La Cúpula en un bonito tomo en tapa blanda con solapas.

Aunque Tomine puede encuadrarse dentro del cómic independiente americano, su estilo de dibujo es claro y limpio, usando siempre el contraste absoluto entre el blanco y negro –en la edición española esto se aprecia claramente, para esto es importante un gramaje adecuado de la página impresa-. En tan sólo algunas de las historias recopiladas en este tomo aparece un tono diferente de grises, como la situada en el supermercado y protagonizada por un ciego que necesita ayuda para realizar la compra.

Lo que sí casa con la clasificación hecha en el párrafo anterior referente al autor es el estilo de sus historias. Tomine usa pocas páginas –a veces una o dos, incluso- para narrar piezas aisladas de vidas anónimas sin orden ni concierto aparente. Podríamos situar entonces a Optic Nerve como un ejercicio claro de slice of life. Enmarcado de forma clara en la sociedad norteamericana actual –que no impide por otra parte la extrapolación de las historias a cualquier ciudad moderna de Europa- los personajes de Tomine se encuentran inmersos en la sociedad pero al mismo tiempo aislados, a veces por la gente que los rodea y otras por ellos mismos. Los sentimientos que se pueden extraer de su obra son algo pesimistas: la soledad, la dificultad de las relaciones de pareja o entre familiares, la poca comunicación entre semejantes o las casualidades de la vida que pueden llevarte a una situación extrema. Es por eso que en este volumen podemos encontrar familias que se preparan para celebrar el 4 de Julio o que acuden juntas a una convención de cómics; parejas que se reencuentran tras haberse separado o que tienen que lidiar con una relación a distancia; incluso ancianos que viven sus últimos días conservando los recuerdos de su juventud. Aunque Tomine prefiere no encorsetarse en un género concreto con un mismo tipo de personaje, reconozco cierta preferencia a la hora de tratar a los jóvenes que van apareciendo por sus páginas. Desde la forma de enfrentarse a un trabajo veraniego hasta las diferentes relaciones con sus progenitores.

No renuncia el autor a la violencia en determinadas historias, siempre insinuando y nunca mostrando, con resoluciones duras como golpes secos al estómago. A veces esto deriva hacia otros aspectos más inquietantes, planteando una situación subrealista al más puro estilo David Lynch para generar dicha inquietud y desasosiego en el lector.

Y es que si algo hay que destacar en la forma de hacer cómics del autor californiano es su peculiar forma de narrar en pocas páginas sin apenas aportar datos. A veces recurre al cuadro de texto como apoyo, otras veces a la voz en off del protagonista y por supuesto a los bocadillos de diálogos, pero siempre se tiene la sensación de que se llega en un momento concreto, vemos lo que ocurre y entonces volvemos a desaparecer de sus vidas. De esta forma es tan importante para la comprensión de la historia lo que no se cuenta en ella como lo que sí queda claro y dibujado por el autor. Es el propio lector entonces quien, involucrado y metido hasta las cejas en las viñetas negras y blancas de Tomine –de las que hace un uso muy clásico, siempre cuadradas y cerradas-, tiene que aportar los datos que faltan o incluso el posible final, que casi siempre es abierto. Tomine lo deja ahí y apenas sin mostrar los sentimientos de sus criaturas, juega con los propios de sus lectores.

Pequeñas historias de personajes anónimos que habitan en la impersonal sociedad en la que nos encontramos todos, donde los mayores problemas son los de la incomunicación y la incapacidad total para mostrar no sólo los sentimientos propios, sino incluso las opiniones personales.

Dejo a continuación el índice que contiene el volumen publicado por La Cúpula de Sonámbulo y otras historias.



Sonámbulo
Avenida Eco
Larga distancia
Caída
La hora del almuerzo
Curro de verano
El hilo conductor
Glaseado de fresa
Escala
Supermercado
Rehenes
Dylan y Donovan
Evocación
Seis días de resfriado
Cuatro de Julio
Ojos color avellana

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