sábado, 19 de junio de 2010

En la boda de mi hermana, de Mark Steven Johnson


Tras varias fracasadas tentativas en el cine de acción superheroico, Steven Johnson se recicla para esta comedia romántica en la que una restauradora del museo Gugennheim de Nueva York –Kristen Bell, la siempre eterna Veronica Mars o la joven con poderes eléctricos en Heroes- que no tiene tiempo para el amor, en la boda de su hermana en Roma se mete en una fuente y se trae a la Gran Manzana una serie de monedas, lo que provocará que sus respectivos dueños caigan completamente enamorados de ella: un modelo, un pintor callejero, un mago, un magnate de la salchichas –Danny DeVito- y un columnista deportivo –Josh Duhamel- al que conoce en la boda y por el que se siente atraída.

Comedia simpática que reúne muchos de los tópicos del género, desde los desmanes de una boda en el extranjero –fuera de Estados Unidos-, pasando por la elección entre el trabajo y el amor y acabando en la moraleja de si vale la pena una relación donde uno de los dos no conoce toda la verdad.

Algún momento gracioso y por lo demás es previsible. Con algunos comentarios referentes al mundo del arte neoyorquino y alguna secuencia original, como la cena en uno de estos restaurantes donde no hay ninguna luz y todos los comensales permanecen ciegos. Por lo demás, se pasa en un momento. Y se olvida al instante, ya que cada vez es más difícil diferenciar una comedia de este estilo de todas sus compañeras de género.

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