lunes, 21 de junio de 2010

Notas al pie de Gaza, de Joe Sacco

El último recopilatorio publicado por el periodista y dibujante vocacional Joe Sacco en 2009 –y a cargo de Metropolitan Books- vuelve a la zona geográfica que le inspiró a la hora de forjar su primera gran obra y la que le situó en el mercado mundial del cómic: la Franja de Gaza, una minúscula lengua de tierra al suroeste de Israel, habitada en su mayor parte por refugiados palestinos y algunos pocos colonos judíos.

La última obra del artista maltés no ha dejado indiferente ni a crítica ni a público y los premios y alabanzas no se han hecho esperar. Notas al pie de Gaza es el primer cómic en la historia en hacerse con los 10.000 euros que otorgan los Ridenhour Awards y ha sido reconocido como uno de los mejores libros publicados en 2009 según Publishers Weekly o la Mejor Novela Gráfica de ese mismo año según The Observer y reseñado como todo un “gran acontecimiento editorial” por prestigiosos medios como The Times.

Sacco se centra aquí en un apunte histórico olvidado por la mayoría, una nota al pie de página de la historia de la guerra que viven palestinos y judíos desde hace ya varios lustros y que se empeña en resucitar: la matanza de palestinos –soldados y civiles- a manos del ejército israelí en el año 1956 cuando tuvieron lugar los enfrentamientos entre Egipto e Israel. Un gran empeño, difícil de esclarecer, que como tal nos deja la obra más ambiciosa pero al mismo tiempo más completa de Sacco de toda su impresionante biografía.

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Los hechos que pretende desentrañar Sacco tuvieron lugar principalmente en dos ciudades situadas al sur de la Franja de Gaza: Rafah y Khan Younis. Para ello Sacco decide dividir su obra en capítulos, ligados a las ciudades en las que se encuentra, donde realiza su trabajo de campo y donde pretende desentrañar su historia.

El primer bloque se desarrolla en Khan Younis y se nos cuenta la incursión que realizó el ejército israelí, matando a muchos civiles en el proceso. No deja Sacco de lado el punto central y reserva mucho espacio para ir introduciendo al lector poco a poco en la historia de la Franja y en cómo fueron formándose sus principales ciudades. Acudiendo de nuevo a testimonios de personajes que estuvieron allí y cortejándolos con otros puntos de vista, ya sean historiadores judíos u árabes, Sacco va desgranando lo que pudo haber ocurrido tantos años atrás. Siempre de la mano de su amigo y guía Abed, irá cruzándose con diferentes personas que prestan sus vivencias al dibujante y que luego lo acompañarán y ayudarán en su empeño, aunque la inmensa mayoría no acabe de entender el sentido de preocuparse por algo que pasó hace cincuenta años cuando el día a día actual es igual o peor.

En Festín, una especie de interludio entre los bloques principales del cómic, Sacco se centra en el presente y asiste a una tradición palestina en la que se mata y cocina un toro. Se debe a que Sacco tuvo que marchar a Europa y en su vuelta a Jerusalén llegó justo para el día que conmemora el suceso bíblico en el que Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo en un altar ante Dios. Aprovecha estas páginas para dar nuevas pinceladas a la situación actual de los habitantes de la Franja.

En Rafah, la tercera y última parte del cómic, Sacco vuelve por sus fueros y retoma su investigación. En el año 1956 esta ciudad sufrió la invasión del ejército israelí y la reclusión de todos los hombres en la escuela, donde recibieron palizas y maltratos, siendo interrogados y torturados. Los que tuvieron suerte, porque fueron muchos los que encontraron la muerte debido a las palizas o a las balas de los enemigos. Pero el artista maltés no puede resistirse a los sucesos que tienen lugar en el mismo momento en el que él mismo está recabando información para su historia, por lo que su relato se ve interrumpido cada pocas páginas por el duro presente, siendo la demolición de las casas cercanas a la frontera y los continuos ataques de los soldados judíos que responden a atentados suicidas, bombas y misiles, los que más ocupan su atención.

La última obra de Sacco es un claro ejemplo de un trabajo periodístico bien realizado, con el añadido de que está narrado en forma de cómic. El virtuosismo gráfico de Sacco ha ganado mucho con los años, de forma que nos encontramos ante una obra excepcional a nivel artístico. La mayoría de fuentes están contrastadas y el volumen publicado contiene una serie de apéndices con abundante información sobre ello. Aunque no se puede negar la simpatía que siente el autor por el pueblo palestino, también es cierto que en su forma de exponer los hechos no duda en situarse a sí mismo en la acción de decidir qué testimonio tiene más veracidad que otro, cuáles son los hechos donde todos los testigos coinciden y cuáles parecen meras invenciones o leyenda. De esa forma se crea una especie de meta literatura de lo más interesante.

He comentado que el dibujo de Sacco raya a su mejor nivel en estas páginas. Cada vez se aleja más de la caricatura y se acerca más al realismo más cruento. Desde los innumerables rostros en primer plano, con nombres y apellidos, que comparten sus experiencias con nosotros hasta la inclusión de mapas explicativos de situación, de arquitectura y de terrenos, de vehículos o coches blindados hasta los ciudadanos de a pie o soldados, Sacco se atreve con todo y con todos, variando el tamaño de las viñetas y la distribución de estas en la página y situando en diferentes sitios los innumerables diálogos y las cajas de texto, las cuales también varía en disposición y tamaño. De hecho, no es raro encontrarse con el propio Sacco, que se ha dibujado a sí mismo tomando fotografías de lo que está dibujado. Juega muy a menudo con las perspectivas y con el nivel de detalle. Y se me olvida comentar que todo es en blanco y negro.

Con todo esto es una obra arriesgada, dentro de un estilo propio y personal, no sólo por el tema que toca –en realidad ya lo había explorado con anterioridad- sino por el nivel de complejidad de la obra y de su extensión, más de 350 páginas de historieta y algo más contando con los apéndices. Eso impide que se lea de un tirón y que si uno no está interesado por el tema central, puede llegar a cansarse. Por no hablar de que la temática en sí es dura y no a todo el mundo le puede apetecer leer sobre tanta desgracia. Sin embargo, si se quiere uno sumergir en Notas al pie de Gaza y disfrutar de su lectura de forma pausada, analizando con detalle todo lo dicho, perdiéndose en el detallado dibujo de Sacco y sacando finalmente sus propias conclusiones, es absolutamente recomendable.

Edición española
A cargo de Reservoir Books (Mondadori) en un precioso volumen de lujo con tapa dura y sobrecubiertas y que cambia la portada de la edición original –la cual me gusta más, por cierto-. 432 páginas en total con un precio ajustado y un tamaño grande –ni idea del original-. Nada que objetar, una preciosidad de cómic.

También en este blog:
Joe Sacco, como autor.
El final de la guerra. Reseñas autobiográficas de Bosnia (1995-1996)

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