miércoles, 1 de septiembre de 2010

Transmetropolitan Vol. III: El Año del Bastardo, de Warren Ellis & Darick Robertson

Spider Jerusalem lleva ya un año residiendo en la ciudad. Tras los acontecimientos narrados en el último volumen, entre los cuales sobrevivió a un intento de asesinato, su apartamento quedó completamente destrozado.

Es hora por lo tanto de un nuevo comienzo: nuevo piso de lujo, nueva asistente y una nueva misión en su vida: cubrir como periodista la campaña presidencial.
Portada del tomo recopilatorio a cargo de Dave Gibbons

A un click la continuación.


Spider está en las últimas. El consumo de drogas y la vida en la gran ciudad amenazan con tener éxito donde fallaron los mejores asesinos. La única posibilidad de volver a su añorada montaña es saldar su deuda con su editor. Ahora que Jerusalem ha vuelto al candelero con su columna en el diario La Palabra, es hora de entregar su siguiente libro. Y el tema va a ser la campaña a presidente.

Yelena Rossini es la nueva asistenta y parece muy capaz de cumplir con su labor –es una brillante licenciada en periodismo-, incluso llegar a agradar a Spider. Lo que ocurre es que a la inversa es casi imposible y pese a la brillantez de los artículos del periodista, la convivencia con él sigue siendo imposible. Yelena consigue el empleo porque es la sobrina de Mitchell Royce, el editor de Spider en La Palabra.

Lo importante ahora es conocer a los candidatos: con La Bestia ya tuvo sus más y sus menos y lo conoce bien; luego queda investigar al nuevo: El Sonrisas. Las primeras impresiones no son muy buenas, pero su directora de campaña tiene cautivado a Spider: parece que hay posibilidades. ¿Dará su apoyo al candidato, sabiendo la increíble influencia positiva que es capaz de generar con sus artículos? Pero en política las cosas nunca son lo que parecen y con un tío que no concibe otra cosa que la verdad pura y dura la situación puede volverse muy seria. Además contamos con el regreso de Channon, desencantada con su vida en la secta sexual a la que huyó cuando su novio rompió con ella. Todavía tiene un trabajo esperándola al lado de Spider: el de guardaespaldas. Un final impactante y de gran altura para el tercer recopilatorio de la colección.

Parece que Ellis se pone serio con la trama en el segundo año de colección –y en el segundo año real de Spider en la ciudad- escogiendo un tema tan peliagudo como la política. Todo lo serio que puede ser de la mano de uno de los escritores de pluma más ácida del medio, por lo que las carcajadas están aseguradas una vez más de la mano de su personaje estrella, un Spider desatado por el consumo de drogas y por la perspectiva de levantar una exclusiva periodística. Robertson sigue a un gran nivel acompañado por Rodney Ramos a las tintas. Merece especial atención el uso del negro en todos los números de esta serie, jugando mucho con los innumerables tatuajes que recorren el cuerpo de Spider.

Se encargan de las portadas una dupla de artistas de sobra conocidos: Jae Lee de los números #13 al #15 USA y Dave Gibbons (Watchmen, Los mejores del mundo, Dc Universe: The Stories of Alan Moore) del #16 al #18 USA. Este último juega con algunos elementos icónicos americanos, como puede ser la estatua de la libertad, mientras Lee prefiere situar a Spider en posiciones más comprometidas –explosiones, fuego, pistolas-.

Un gran volumen que sube unos peldaños la calidad de la serie y que además deja a los lectores con ansias del siguiente número, tras el chocante final del arco argumental. Ellis nunca ha negado que sus guiones para esta serie están repletos de un fuerte tono político, pero a partir de aquí se centra en ello exactamente. La figura de Spider, una vez que ya nos es familiar, empieza a agrandarse, tales son sus convicciones personales y su forma de llevarlas a cabo. Por otro lado, la pareja de artistas al tablero de dibujo mejora su nivel. Toda la inventiva de Ellis tiene un acomodo ideal en los lápices de Robertson, que dota de alma y cuerpo a toda esa tecnología futurista –sea armamentística o no- y que no desentona cuando se trata de plasmar el resto de la sociedad que envuelve a los protagonistas, ya sean ropajes de lo más variados, diferentes estilos y razas o arquitectura diferente.


Parece que por fin algo ha tocado el alma y el corazón de Spider, veremos cómo reacciona en números próximos.

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