domingo, 3 de octubre de 2010

Babylon 5. Quinta Temporada: la Rueda de Fuego

Estamos en el año 2262. Tras el aparente final y bello epílogo con que se clausuró la temporada anterior, eran muy pocas las subtramas que quedaban sin resolver. La Alianza Interestelar fue formada por Sheridan en el papel de su primer presidente, dando por finalizadas muchas de las guerras las entre diferentes razas que pueblan el cosmos.

Straczynski había tenido que cambiar ligeramente sus planes y adelantar sus tramas principales ante el miedo a la cancelación de la emisión, que siempre estuvo planeando sobre su cabeza. Con la mayoría de deberes cumplidos, de repente se encontraba con 22 entregas más para seguir desarrollando su historia en la medida de lo posible, ya que tras su visionado se puede concluir que estamos sin duda ante lo peor de toda las serie, más orientada hacia la posibilidad de crear algún spin-off ambientado en el futuro de Babylon 5. Aún así, esta última tanda tiene algunas cosas reseñables.

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Entre la cuarta y quinta temporada se sitúa cronológicamente una película para televisión llamada In The Beginning, cuyo protagonista era un Lando Mollari convertido en Emperador de los Centauri y que se dedica a repasar todos los hechos pasados que lo han traído al trono, deteniéndose por supuesto en el punto exacto en el que como espectadores dejamos la historia. Una especie de resumen antes de empezar con la nueva temporada.

Susan Ivanova ha abandonado la Babylon –y la serie- tras el sacrifico de Marcus, que dio su vida a cambio de la suya. Sheridan pensaba en ella como su sucesor natural al frente de la estación espacial, sobre todo teniendo en cuenta que la base central de la Alianza se encontrará en Minbar, capital de los Minbari. Para hacerse cargo de la estación Sheridan trae de la Tierra a una mujer de su pasado, una dura militar a la que no le temblará el pulso en su repentino ascenso. Elizabeth Lochkey pronto se dará cuenta de lo diferente que es gobernar la Babylon. Junto con ella llega Byron, un poderoso telépata que iniciará una de las subtramas más interesantes, liderando un grupo de rebeldes telépatas que buscan refugio. Su relación con Lyta obrará un gran cambio en ella: no en vano fue modificada por los Vorlon, por lo que su poder podría ser inimaginable.

Si los telépatas son los que más problemas dan a la estación, Sheridan tiene por su parte que lidiar con una serie de ataques rápidos y aleatorios a todos los miembros de la Alianza, sin que las Estrellas Blancas puedan nunca identificar a los autores. La Alianza puede ser destruida por las rencillas interiores y las desconfianzas mutuas antes incluso de que cumpla con su propósito. Pronto se desvela que detrás están los Centauri, en una serie de operaciones militares erráticas. Allí parte Londo para descubrir la terrible verdad que lo convertirá en un emperador esclavo y sumirá en la oscuridad a su pueblo. 

Si sumamos a todo lo anterior los problemas personales de los diferentes protagonistas, ya tenemos el cocktail preparado. Garibaldi verá retornar sus viejos demonios con el alcohol, Lannier elegirá entrar en los Rangers ante la imposibilidad de seguir sirviendo a Sheridan tras casarse con Delenn, G’Kar se convertirá en una especie de líder espiritual y así con casi todos los viejos conocidos de la serie.
El gran problema que tuvo esta quinta temporada es que tardó muchos capítulos en plantear algunas tramas y luego no las cerró de forma correcta. El último capítulo es de nuevo un emotivo homenaje a Sheridan y a los suyos, pero deja inconclusos muchos eventos que sabemos que han pasado pero no cómo ni porqué: la guerra contra los telépatas; la caída y muerte de Londo y G’Kar; la ascensión al trono de los Centauri de Vir Cotto. Ambientado en el 2281, 20 años después de lo que se llamó la Guerra Sombra, es una gran despedida en la que Straczynski, que ha escrito casi todos los episodios de la serie personalmente, se reserva también la silla de director.

Aunque en su conjunto esta quinta temporada es la más decepcionante, contiene algunos episodios muy buenos. No en vano Straczynski demostró ser un gran escritor de capítulos auto conclusivos y contando con la ayuda de Harlen Ellison consiguió crear pequeñas piezas de gran calidad. Ejemplos hay muchos, como el capítulo narrado desde la perspectiva de dos obreros de mantenimiento. Especial atención merece un capítulo escrito por Neil Gaiman (Neverwhere, Los Eternos, Batman, Los hijos de Anansi) que narra una historia apasionante muy en su línea cuando los vivos de reúnen con los muertos y estos les transmiten algunos conocimientos ocultos del pasado y del futuro.

Películas para televisión
Río de almas será la siguiente película, esta vez con los Devoradores de Almas como protagonistas en una crisis sin igual en la estación –estos ya aparecieron en los primeros capítulos de la serie-. El protagonista es Ian McShane (Kings, Deadwood), por cierto. Casi al final tendremos otras dos nuevas, pensadas para los spin-off: La Leyenda de los Rangers y Llamada a las armas. En general no aportan casi nada y tan sólo consiguieron que se continuaran las historias en Crusade, que tan solo duró un año en antena. El universo de Babylon 5 siguió expandiéndose de otras maneras, como novelas, por ejemplo. 

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